El fandango por la lectura llegó a Tamaulipas y se convirtió, al llegar la noche, en una ‘velada’ -sin velas- en ‘La Velaria’ del Parque de la Laguna del Carpintero.
El ejercicio colectivo de la lectura en voz alta irrumpió como un instante especial, un momento de lo que el ser humano es capaz de lograr a través de la creación literaria y el talento narrativo.
La promotora de este baile de las palabras, de esta fiesta cultural que se lleva a todo el país como parte de una estrategia para que México sea un país de lectores, es Beatriz Gutiérrez Müller.
Ella pasará a la historia por una razón: sí, es la esposa del presidente Andrés Manuel López Obrador, pero ella no quiso asumir el ceremonioso ‘título’ o el protocolario rol de la ‘primera dama’. Ella pintó su raya y se presenta como lo que es: escritora e investigadora.
Existe, además, otro factor para que Beatriz Gutiérrez Müller sea recordada: es la primera esposa de un presidente de México que cuenta con un doctorado.
Ella es doctora en Teoría Literaria por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) de Iztapalapa y es investigadora nivel dos en el Sistema Nacional de Investigadores del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencia y Tecnología (Conahcyt).
Beatriz Gutiérrez Müller, quien por la mañana participó en el Congreso de Investigadoras del SNII y de Iberoamérica, fue recibida ayer en Tampico por el gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal Anaya, y por su esposa, María Santiago de Villarreal.
Por la tarde, se realizó el Fandango por la Lectura, con la participación entusiasta -el adjetivo es bien aplicado- de los estudiantes de la escuela secundaria técnica número 19, ‘Natividad Garza Leal’, de Ciudad Madero.
Los textos que se leyeron en voz alta, en su mayoría poemas, forman parte del pequeño libro ‘Letras sin Fronteras’ y todos fueron escritos por mujeres, entre ellas, las extraordinarias Elena Garro, Rosario Castellanos y Sor Juana Inés de la Cruz. Eso, por supuesto, no fue una casualidad.
Tampoco fue casual que el primer texto que se leyó, en voz de la doctora María Santiago de Villarreal, fue de la escritora Concepción Gimeno de Flaquer.
Concepción Gimeno de Flaquer nació en España, vivió en México y falleció en Argentina. Fue una pionera en el siglo 19: fue periodista y fundó ‘El Album de la Mujer, periódico ilustrado’. Fue una de las primeras feministas al ser una franca defensora de los derechos de la mujer en tiempos en que eso era duramente cuestionado por una sociedad machista.
Tanto Beatriz Gutiérrez Müller como Américo Villarreal Anaya leyeron los poemas de dos escritoras tamaulipecas.
El doctor Américo leyó el poema ‘Estival’, de la reconocida escritora tampiqueña Carmen Alardín.
A mediados de la década de los ochentas, por su calidad y talento, Carmen Alardín obtuvo el Premio de Poesía ‘Xavier Villaurrutia’. Como ella vivió en Monterrey, donde destacó por su capacidad y talento, el Consejo para la Cultura y las Artes de Nuevo León instituyó el Premio Literario ‘Carmen Alardín’.
La doctora Gutiérrez Müller, por su parte, leyó el bello poema ‘Decálogo de la Escritura’, de la joven escritora Melina Sarahid García, quien nació en Reynosa, pero que también vive en Monterrey.
El Fandango por la Lectura logró su objetivo como evento o fiesta cultural: crear un ambiente de gusto por leer, por aprender, por enriquecer el conocimiento.
Bien lo dijo el gobernador Américo Villarreal: ‘La lectura transforma, leer te transforma’.
LAS GESTIONES DE ARMANDO MARTÍNEZ ANTE EL TRIBUNAL AGRARIO
El alcalde de Altamira, Armando Martínez, viajó ayer a la Ciudad de México para continuar con una gestión y un objetivo que tiene entre ceja y ceja: que el Tribunal Superior Agrario instale en Altamira una oficina.
Resulta que el Tribunal Unitario Agrario del Distrito 43, que antes se encontraba en el sur tamaulipeco, se mudó a Ciudad Valles. Los afectados directos fueron los campesinos y los ejidatarios altamirenses.
En días pasados, para ser precisos el 24 de octubre, Armando Martínez se reunió con la magistrada presidenta del Tribunal Superior Agrario, Maribel Concepción Méndez de Lara.
A ese encuentro lo acompañaron las diputadas federales tamaulipecas Blanca Narro Panameño, Olga Juliana Elizondo, Ana Laura Huerta Valdovinos y Claudia Hernández.
Ayer, por cierto, se sumó a ese respaldo el diputado federal, Erasmo González Robledo, presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública.
La gente de Altamira no quiere ir hasta Ciudad Valles a dirimir sus problemas o litigios agrarios.
Es muy probable que la próxima semana se llegue a un acuerdo o resolución sobre el tema. Habrá que estar al pendiente.
PANISTAS DE MADERO DIALOGAN A FAVOR DE LA UNIDAD
Alba Alicia Verástegui Ostos, Andrés González Galván y Francisco Castañeda se reunieron ayer, poco después del mediodía, en la cafetería Degas de la calle 10, en Ciudad Madero, para platicar sobre la unidad que se requiere en el PAN y sus aliados el PRI y el PRD a la hora de afrontar la elección municipal de 2024.
Fue una conversación que duró entre 40 y 45 minutos, acompañada de un buen café.
Los tres, junto con otros personajes como el joven diputado local Carlos Fernández Altamirano, buscan la candidatura del Frente Amplio por México a la alcaldía de Ciudad Madero.
Y PARA CERRAR…
Olga Sosa sigue muy activa y con la mira puesta en la senaduría tamaulipeca.
Ayer, junto al gobernador Américo Villarreal, estuvo en la reunión de aniversario del Consejo de Instituciones Empresariales del Sur de Tamaulipas (CIEST).
Hoy estará como representante del mandatario estatal en el evento de la Fundación Fleishman.
