Desde hace tiempo, en el Comité Ejecutivo del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) tienen perfectamente claro quién es Arnulfo Rodríguez, conocen a detalle su perfil chantajista.
Plenamente identificado con la controvertida y devaluada maestra Elba Esther Gordillo, el profesor Arnulfo es un dirigente estatal que no está en sintonía con la directriz nacional de la organización sindical.
A diferencia de otros tiempos en que los líderes sindicales prácticamente extorsionaban a los gobiernos estatales, ahora, en la época de la Cuarta Transformación, las cosas son muy diferentes.
Eso es lo que no entiende el vetusto Arnulfo Rodríguez. El prófugo del gis no quiere reconocer que la relación entre el sindicato y la autoridad ha cambiado.
Arnulfo es el reflejo de una decrépita clase sindical que se aferra como puede al poder y se niega a retirarse.
Por esa razón, el secretario general del CEN del SNTE, Alfonso Cepeda Salas, apenas tolera a su representante magisterial en Tamaulipas.
A nadie le deberá extrañar que, de la noche a la mañana, la dirigencia nacional del sindicato magisterial lo releve de las negociaciones que sostiene con el alto mando de la Secretaría de Educación tamaulipeca. Esa es una posibilidad.
Existe un motivo, algo con lo que no simpatizan: incentivar una confrontación dejando sin clase a cientos de miles de niños y jóvenes. Eso no se vale. La educación no es un juego.
Con el paro de labores, los que realmente pierden son los estudiantes.
Apenas a unos días de haber iniciado el ciclo escolar 2023-2024, las aulas están vacías.
¿Quién ordenó el paro de actividades en los planteles escolares tamaulipecos? La respuesta todos la saben: Arnulfo Rodríguez Treviño, un cartucho quemado de la vieja escuela política.
Como Lucía Aimé Castillo Pastor, valiente y honesta secretaria de Educación del gobierno del estado, se niega a cumplir sus caprichos y concederle prebendas, el dirigente sindical la quiere destituir.
No lo va a lograr porque sus peticiones están fuera de lugar, como lo está también el paro de labores en las escuelas primarias y secundarias. ¿Qué culpa tienen los alumnos? Ninguna, ellos son víctimas de un misógino dirigente sindical, quien es, por cierto, amigo de los amigos de ‘El Truco’, lo que despierta múltiples sospechas sobre la actitud tomada por el liderzuelo de la Sección 30 del SNTE.
Arnulfo no se mueve solo. Tiene un equipo cercano catalogado de ser sumamente ambicioso, personajes que ven el signo de pesos en cada exigencia, demanda o solicitud que plantean.
A los integrantes del círculo cercano del profesor, no les interesa el beneficio de los trabajadores sindicalizados, sino la grotesca obtención de canonjías.
Ese primer círculo, lo comenté ayer, está conformado por Ulises Ruiz Pérez, quien se desempeña como secretario particular; Mariano Lara, administrador del SARTET; Jorge Guadalupe Acuña, secretario de Trabajo y conflictos de primarias; y Romualdo Salazar, a cargo de los conflictos con los federalizados.
Ellos son los que rodean, cuchichean e influyen en las decisiones que toma Arnulfo Rodríguez, un dirigente sindical que, por cierto, no tiene la confianza de una gran cantidad de profesores a lo largo y ancho del estado.
Eso no es todo: tampoco tiene la confianza del comité nacional del SNTE.
Ahí, al más alto nivel, lo ven con desprecio y lo pueden relevar cualquier día de estos de las negociaciones establecidas con las autoridades educativas estatales.
Además… existe una carpeta de investigación en el Ministerio Público… ya que sus propiedades no coinciden con sus ingresos como profesor…
Arnulfo está en la mira.
Y PARA CERRAR…
¿Qué van a hacer los ‘marcelistas’ tamaulipecos ahora que se acabó el sueño de Ebrard por ser candidato presidencial de Morena?
¿Qué decisión van a tomar la senadora Lupita Covarrubias Cervantes y el diputado local Armando Zertuche?
¿Se van o se quedan en la 4T?
Hasta donde se sabe, la senadora se quedará en el Movimiento de Regeneración Nacional.
