Desde el primer minuto de su llegada a la rectoría de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), Dámaso Anaya Alvarado se puso a hacer lo que sabe: trabajar.
Es un trabajo que lo mantiene siempre activo, día tras día, semana a semana.
Lo mismo establece un convenio de colaboración con alguna institución pública o una asociación civil o empresarial, que supervisa las obras que se construyen en los diferentes campus universitarios del estado.
Es una labor fructífera de un rector que conoce perfectamente a la UAT desde que era un estudiante de la carrera de médico veterinario zootecnista, de la que egresó.
Dámaso Anaya Alvarado tiene una amplia trayectoria académica y administrativa en la máxima casa de estudios de la entidad luego de ocupar diversos cargos en los que acumuló una experiencia y una sensibilidad que hoy despliega con acierto en su toma de decisiones siempre cercana a la comunidad universitaria.
A un año y cuatro meses de su nombramiento tras un histórico y democrático proceso electoral, en el que votaron estudiantes y docentes, el rector de la UAT ha logrado una serie de logros y avances sumamente destacados que le han valido el reconocimiento institucional.
Sin embargo, como suele suceder en ocasiones, cuando un personaje público destaca, algunos tratan de manchar y desacreditar a base de mentiras ese desempeño.
En los tiempos de las redes sociales, es común ver ‘campañitas’ cargadas de ‘noticias falsas’, de ‘fake news’.
Son ofensivas digitales que, impulsadas por denigrantes y perversos intereses políticos, tienen una sola intención: mentir. Es decir, desinformar.
Desde esos cuestionables ‘espacios’, vierten falsedades y acusaciones sin sustento.
Obvio, esas ‘campañitas’ buscan que las mentiras se conviertan en aparentes ‘verdades’ al repetirlas una y otra vez. No obstante, esos mentirosos van a fracasar. No conseguirán lo que quieren. Nada obtendrán.
Tal como lo dicta la UAT, una institución que es patrimonio de todos los tamaulipecos, el compromiso del rector está con la verdad y la probidad.
Desde su llegada a la toma de decisiones, el compromiso del rector Dámaso Anaya Alvarado fue transformar a la UAT en una institución educativa de éxito con un enfoque inclusivo, solidario y, sobre todo, humanista.
Para consolidar en los hechos ese enfoque, esa visión, se instrumentó un Plan de Desarrollo Institucional cuyas metas se van cumpliendo de acuerdo a lo programado, en tiempo y forma.
De hecho, Dámaso ya hizo historia: ha entregado en tiempo récord el mayor número de becas y apoyos a los estudiantes universitarios.
Además, con el reconocimiento de instituciones que certifican los niveles de calidad educativa, el rector ha fortalecido la investigación y la capacitación académica.
De esa forma, sin perder nunca los objetivos y las metas, Dámaso Anaya sabe que la mejor manera de responder a los falsos señalamientos es con trabajo permanente, cumpliendo a cabalidad con el compromiso establecido con la comunidad universitaria.
En otras palabras, el trabajo del rector mata cualquier grilla barata o campañita de ‘fake news’ tejida en una que otra cuenta de las redes sociales.
LA UAT Y LA AUDITORÍA SUPERIOR DEL ESTADO FIRMARON ACUERDO DE COLABORACIÓN
Una muestra más de que el rector de la UAT, Dámaso Anaya Alvarado, está de lleno metido en su chamba es el reciente convenio de colaboración que firmó con la Auditoría Superior del Estado, cuyo titular es Francisco Antonio Noriega Orozco.
Este acuerdo se trata de una alianza estratégica que busca, ante todo, impulsar una cultura de transparencia, legalidad y rendición de cuentas.
Además, otro de los objetivos es fortalecer la cooperación académica, técnica y profesional, con plena colaboración en programas académicos y de investigación.
La firma del convenio se realizó a mediados de la semana pasada en las oficinas de la Auditoría Superior del Estado.
Al tomar la palabra, el rector Dámaso Anaya Alvarado afirmó que este acuerdo representa un nuevo capítulo en la UAT al ser un ejercicio de visión compartida y de impulso a la transformación institucional.
Por su parte, Francisco Noriega Orozco calificó a la UAT como ‘el corazón del progreso en Tamaulipas’ y subrayó la trascendencia de establecer el convenio de colaboración.
NI MORDAZA, NI CENSURA EN LOS TIEMPOS DE LA 4T TAMAULIPECA
El pasado sábado se celebró el Día de la Libertad de Expresión. Este es un derecho constitucional y es, ante todo, un derecho humano.
A través de las redes sociales, el gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal Anaya, ratificó su respeto a la libre expresión.
Durante el sexenio pasado, la práctica de la censura o de los intentos de censura fue recurrente.
Un ejemplo: si uno escribía una columna para un periódico, el director general de ese diario censuraba al columnista si llegaba a escribir algo que podría incomodar al entonces gobernador panista Francisco García Cabeza de Vaca o a su ignorante vocero, un tipo que ni siquiera vale la pena citar su nombre, sujeto siempre gris. Esa era ‘la línea’ trazada desde el poder.
Hubo, por supuesto, casos peores en el sexenio pasado: algunos periodistas tuvieron que irse del estado ante la virtual persecución de la que fueron objeto.
Afortunadamente, en los tiempos de la 4T tamaulipeca, con el doctor Américo Villarreal Anaya, esas presiones en contra de los periodistas no existen. No hay mordaza, ni censura. Nada de eso.
Esa es la ventaja para la prensa cuando un gobierno estatal se guía con una visión humanista que cataloga a la libertad como un valor.
