Los narcos gringos

-

Libros sobre las andanzas de los narcotraficantes mexicanos o sudamericanos hay muchos, docenas, cientos de textos que narran sus insólitos ascensos y sus estrepitosas caídas en el mundo de la economía canalla.

Pablo Escobar, el capo colombiano que sembró el terror en su país en los ochentas; Amado Carrillo, el mítico ‘señor de los cielos’; y ‘El Chapo’ Guzmán son algunos de los tantos jefes del narcotráfico sobre los que se han descrito sus trayectorias criminales.

Sin embargo, estimado lector, ¿cuándo ha escuchado hablar o ha leído reportajes de fondo sobre los narcos gringos?

Sí, alguien tiene que distribuir la droga por las calles, los barrios, los antros de los Estados Unidos. La cocaína, la heroína, las metanfetaminas, el fentanilo no llegan solos a las casas de los cientos de miles de drogadictos estadounidenses.

Alguien tiene que hacer ese trabajo en Chicago, Nueva York, Miami, Las Vegas, Los Ángeles, Washington. Esa chamba no la hacen los cárteles mexicanos. Esa labor la realizan los narcos gringos.

Precisamente así se llama un libro del reconocido periodista mexicano Jesús Esquivel, corresponsal de la revista Proceso en Estados Unidos: ‘Los Narcos Gringos’.

¿Quiénes son los narcotraficantes estadounidenses? ¿Por qué no tienen la fama de los capos de la droga mexicanos o sudamericanos? ¿Por qué no se oye hablar de ellos?

Jesús Esquivel lo relata, lo explica en su libro: los narcos gringos no se caracterizan por andar con joyas de oro que los delate, ni por llevar una vida de excesos. Por lo regular, son gente común, personas que aparentan tener un trabajo normal.

Los narcos gringos pueden ser personas de la tercera edad, trabajadores pensionados, que conducen una camioneta Van usada desde la frontera de México hasta una ciudad en la costa este como Boston.

Ese trabajo también lo puede hacer una risueña madre soltera, acompañada de sus dos hijos, en un viaje que aparenta ser turístico, aunque de lo que realmente se trata es de trasladar droga por las carreteras de los Estados Unidos.

La discreción es la norma en la distribución de la droga en el vecino del norte.

Por supuesto, los que dominan la distribución de las drogas en las ciudades norteamericanas son las pandillas. Pero son eso, pandillas, no son cárteles.

Una pandilla domina un barrio, un sector de algunas cuantas cuadras, pero jamás tendrá el control completo de una ciudad, menos de un estado o de varios estados. Eso no lo permite el gobierno estadounidense, no lo permitirán jamás.

En el libro de Jesús Esquivel también se narra la participación que tienen las pandillas afroamericanas y cómo en los últimos años han fortalecido su relación de negocios con los cárteles mexicanos. Se puntualiza: pandillas afroamericanas.

Incluso, integrantes de las bandas afroamericanos se enrolaron en el ejército de los Estados Unidos y aprendieron técnicas militares. Además, muchos, casualmente, fueron enviados a la frontera con México.

Esto se encuentra plenamente documentado. Ha sido investigado por las diversas agencias norteamericanas. Existen testimonios y denuncias, además de personas detenidas en casos escandalosos de tráfico de mujeres menores de edad.

Eso viene perfectamente relatado, ampliamente explicado, en el libro ‘Los Narcos Gringos’ del periodista mexicano Jesús Esquivel. El texto fue publicado hace siete años, en 2016.

Obvio, esto se comenta por lo que sucedió hace unos días en Matamoros. Un caso que sirve para que el gobierno de Estados Unidos vuelva a presionar, como tantas otras veces en la historia, a México por los excesos cometidos por los narcotraficantes de este lado del Río Bravo.

No obstante, es un caso que puede tener otras vertientes, versiones que las autoridades norteamericanas no quieren confirmar porque no es conveniente para su narrativa.

Así ha sido la relación entre México y Estados Unidos sobre el tema del narcotráfico, siempre tensa, tormentosa, plagada de polémicas.

Los gringos, desde hace muchas décadas, imponen su visión simplista de la historia: ellos son los buenos de la película; los mexicanos, los sudamericanos, los latinos son los malos.

Pero… todos sabemos que el verdadero problema es que la sociedad norteamericana, una sociedad caracterizada por el consumo y la competencia desmedida impuesta por el capitalismo, es una sociedad enferma, una sociedad que necesita drogarse para evadir su realidad, una realidad que no es la que nos vende Hollywood ni las series de Netflix.

AMÉRICO VILLARREAL ESTUVO EN MATAMOROS 

Lo dijo el gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal Anaya, en Matamoros: por más dura que sea la realidad, hablará de ella.

Es decir, siempre dará la cara, no se esconderá, explicará lo que suceda.

El mejor ejemplo: en plena ‘Mañanera’, en una llamada telefónica con el presidente Andrés Manuel López Obrador, su voz, la voz del gobernador tamaulipeco se escuchó. 

En ese contexto, para dejar en claro que el tema de Matamoros es prioridad en este momento, el mandatario tamaulipeco estuvo ayer en esa ciudad fronteriza.

Habló de frente. Afirmó que los hechos violentos registrados en días pasados los abordó y los abordará con responsabilidad. Aseguró que se castigará a quienes trastoquen la legalidad.

Destacó que Matamoros es mucho más que la imagen que se percibe: será el tercer puerto de altura de Tamaulipas. Viene una gran inversión pública y privada a la ciudad.

Subrayó el resultado alcanzado en los primeros meses de su gobierno en materia de seguridad pública: Tamaulipas ya se encuentra dentro de los diez estados más seguros del país.

LA CIUDAD DEPORTIVA DE TAMPICO

Cuando llegó el gobierno de Chucho Nader a Tampico, el alcalde y su equipo se toparon con una triste realidad en lo que era la Unidad Deportiva: su gimnasio, el edificio central, estaba prácticamente abandonado, con pésimo mantenimiento.

Lo peor: en sus alrededores, los terrenos se convertían en auténticos lodazales en la temporada de lluvias.

Ahora, esos predios se convirtieron en canchas de fútbol con pasto sintético, con gradas y bardas perimetrales. Además, cuentan con una iluminación de primera línea.

Estas canchas, dos, una con las dimensiones para un partido profesional, fueron inauguradas anoche por Chucho Nader.

Ahora, con este tipo de instalaciones deportivas, Tampico es una ciudad de primer nivel, de primera división.

Por cierto, al evento asistieron algunas de ‘las corcholatas’ blanquiazules para la sucesión de 2024: el empresario Iñigo Fernández y los diputados locales Mon Marón y Nora Gómez.

Arturo Elizondo, Sergio Salazar y José Ángel García Hernández estuvieron presentes en la inauguración de estas modernas canchas de fútbol en la Ciudad Deportiva.

Y PARA CERRAR…

EL KIOSKO recomienda otro libro para entender la tormentosa relación de México y Estados Unidos sobre el complejo tema del narco: ‘La Droga. La verdadera historia del narcotráfico en México’.

El libro es escrito por el historiador Benjamin T. Smith, profesor de la Universidad de Warwick.

Su conclusión es realista, letal: La fuerza que motiva el narcotráfico es y siempre ha sido económica.

‘Los Narcos Gringos’, libro escrito por el periodista J. Jesús Esquivel, corresponsal de la revista Proceso en Estados Unidos.

COMPARTE

MÁS RECIENTES

Google search engine

Popular categories

Recent comments