Tres semanas y algunos días después de que Agustín de Iturbide presentara su acta formal de abdicación al cargo de emperador de México, se fundó Tampico.
Eso sucedió el 12 de abril de 1823, apenas caído el Primer Imperio.
Es decir, Tampico es una ciudad fundada en el México independiente, una nación que emergía y se batía en el fuego cruzado de las intrigas y las revueltas, pero libre, al fin libre, de 300 años de dominio de España y de una monarquía fugaz y fallida encabezada por Agustín 1.
Aunque cierto sector de la élite tampiqueña de franco sello conservador promovió la idea de que la ciudad se repobló, la realidad es que ese fue un invento descarado para apropiarse del origen, del pasado y de la historia del municipio.
Intentaron, peor aún, adueñarse de la identidad de la ciudad.
A base de un engaño, lo lograron por un tiempo. Sin embargo, la mentira se vino abajo por estar colgada de argumentos y textos que emulaban alfileres.
¿Por qué lo hicieron? ¿Por qué trataron de confundir con esa idea? ¿Por qué trataron de manipular la historia de la ciudad?
Si bien los historiadores locales no quieren entrar en conflicto con ese influyente y poderoso sector de la élite porteña, la respuesta es simple, sencilla: porque quisieron ‘darle’ a Tampico un pasado colonial, un puente con el Virreinato, una puerta que comunicaba con la Nueva España.
De risa: sí, un relato que se enlazara con la Nueva España, cuestión que jamás sucedió, que nunca pasó.
Capítulos históricos como ese, se han desvirtuado a partir de una historia ‘anecdótica’, plagada de leyendas, carente de hechos comprobados, verificados, sustentados.
Un ejemplo: el ‘boom’ petrolero que se vivió con la explotación de yacimientos petroleros ubicados en el norte de Veracruz y que corrió en paralelo con los turbulentos años de la revolución mexicana, es visto a través de imágenes de un Tampico Antiguo como si hubiera sido una época paradisiaca, gloriosa en cada instante.
No fue así: el auge, la abundancia, la riqueza fue exclusiva de los magnates estadounidenses e ingleses que comercializaron en grandes cantidades el petróleo que se encontraba en el subsuelo del norte veracruzano, una región todavía hoy olvidada, marginada, donde la pobreza llega a ser extrema.
Ese ‘boom’ petrolero fue un robo, uno más, perpetrado por los inversionistas extranjeros, quienes se negaban a pagar impuestos al gobierno de México.
El colmo es que, desde aquí, esos inversionistas extranjeros, dirigidos por el embajador norteamericano Henry Lane Wilson, financiaron la conspiración para derrocar y asesinar al presidente Francisco I. Madero, un hombre bueno pero ingenuo.
Esos son tan solo dos ejemplos, ambos capítulos de sumo interés de la historia de Tampico, que requieren en la actualidad una revisión profunda, una investigación y una discusión de fondo para revalorar la importancia que tiene para México la ciudad fundada hace 200 años en la margen tamaulipeca del río Pánuco.
Es de festejar el bicentenario de la fundación de Tampico, pero debería hacerse con un necesario y oportuno revisionismo histórico, que ajuste cuentas con las múltiples mentiras propaladas por un sector de la élite local que quiere, a toda costa, apropiarse de la historia de un municipio que, en realidad, en esencia, como buen puerto, es cosmopolita y diverso, con una conexión directa a la pluralidad.
CANTAN ‘LAS MAÑANITAS’ A LA MEDIANOCHE EN EL PÓRTICO DEL PALACIO MUNICIPAL DE TAMPICO
Justo a la medianoche, cuando el reloj marcaba los primeros segundos de hoy, del miércoles 12 de abril, se cantaron las tradicionales ‘Mañanitas’ en el pórtico del Palacio Municipal de Tampico para celebrar los 200 años de la fundación de la ciudad.
Fueron integrantes de la Banda Municipal y de un grupo de mariachis los que entonaron la canción con la que se festejan los cumpleaños en nuestro país.
Chucho Nader, presidente municipal, y su esposa, Aída Feres, titular del DIF local, encabezaron la ceremonia que culminó con la quema de fuegos pirotécnicos.
Como en todo cumpleaños, también se partió el tradicional y, en este caso, monumental, pastel.
Hoy, a partir de las 11:30 horas, con la asistencia del gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal Anaya, iniciará el desfile de carretas en el crucero donde se ubica Wal Mart Alijadores. Al mediodía se montará la guardia de honor en la pequeña plaza (mal llamada de ‘Los Repobladores’) situada frente al Auditorio Municipal.
A las 13 horas, en la Plaza de Armas, se realizará la sesión solemne y extraordinaria de los Cabildos de Tampico y Altamira, con la presencia de los alcaldes Chucho Nader y Armando Martínez.
También se entregará la medalla al mérito ciudadano denominada Fray Andrés de Olmos, quien, por cierto, no fundó Tampico, sino la ciudad que hoy se conoce como Pueblo Viejo, en la margen veracruzana del río Pánuco.