La negociación electoral de 2023; Armando, número uno en la costa

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La elección extraordinaria para cubrir la senaduría vacante en Tamaulipas se encuentra totalmente fuera de las cámaras y los reflectores de la prensa nacional. Desde la perspectiva de la capital del país, este proceso electoral es prácticamente irrelevante.

Lo que importa, lo que realmente está en la agenda política y mediática son las elecciones por las gubernaturas en el Estado de México y Coahuila.

En los hechos, la joya de la corona electoral de 2023 es, por supuesto, el Estado de México, el cual ha sido gobernado por el PRI durante 94 años.

El poder y la influencia del Grupo Atlacomulco, cuyo fundador fue Isidro Fabela en la década de los cuarenta, es una realidad. Símbolo de ese poderío brutal y corruptor lo fue Carlos Hank González, pero quien sí llegó a presidencia de la república con una imagen lavada y maquillada por las televisoras fue Enrique Peña Nieto, ícono de la ignorancia, un analfabeto funcional.

Hace seis años, el PRI apenas pudo retener en sus manos la gubernatura mexiquense: Alfredo del Mazo Maza, pariente de Enrique Peña Nieto, ganó la cuestionada elección con 2.7 por ciento de diferencia sobre la profesora morenista Delfina Gómez. Fue un triunfo raquítico y sumamente criticado.

Sin embargo, las cosas han cambiado, el escenario político ya no es el mismo: el PRI, tras perder la presidencia de México en 2018, se encuentra muy disminuido a nivel nacional, su imagen está por los suelos con los escándalos de su dirigente, ‘Alito’. Además, Alfredo del Mazo ha sido una total decepción como gobernador. 

Morena o, mejor dicho, el presidente Andrés Manuel López Obrador quiere ganar a toda costa la gubernatura del Estado de México. El partido o la alianza que gane la entidad da un paso firme hacia la madre de todas las batallas, la elección presidencial de 2024.

La mesa parece estar puesta para que el PRI pierda el Estado de México después de 94 años de gobernarlo. Alejandra del Moral, exsecretaria estatal de Desarrollo Social, no parece ser una candidata fuerte. Para comenzar, no nació en Atlacomulco, sino en Cuautitlán Izcalli, municipio del que fue alcaldesa.

Ella ya perdió una elección frente a la morenista Delfina Gómez: en 2018, en la elección por las senadurías mexiquenses. Incluso, la priista quedó en tercer lugar de la contienda, ni siquiera estuvo cerca de llegar al Senado por la vía de la primera minoría.

Existe otro factor en el ambiente político que perfila la victoria de Morena en el Estado de México: la negociación al más alto nivel.

De acuerdo con esta versión o teoría, Morena ganará la gubernatura del Estado de México y el PRI se quedará con Coahuila, otra entidad que nunca ha conocido la alternancia. El pacto está suscrito… por debajo de la mesa.

Esa fue la razón por la cual el partido de la 4T entregó la candidatura a gobernador en Coahuila a un monrealista: Armando Guadiana Tijerina, un pintoresco personaje destinado a perder la jornada electoral del 4 de junio.

El candidato del presidente López Obrador en Coahuila era Ricardo Mejía Berdeja. Eso fue más que evidente cuando le concedió un espacio semanal en ‘La Mañanera’ como subsecretario de seguridad pública.

Como no fue el elegido de Morena, ahora Ricardo Mejía es el candidato del PT a la gubernatura coahuilense. Aliado de siempre de Morena, en esta ocasión, casualmente -las casualidades no existen en política- el Partido del Trabajo decide ir por su cuenta en la contienda electoral de Coahuila.

Además, para fragmentar más el voto guinda y para no fortalecer más de la cuenta a Ricardo Mejía, el Partido Verde, en coalición con una organización política local, designó como candidato a gobernador a un tal Lenin Pérez. El objetivo: evitar el triunfo de Armando Guadiana, senador que juega en el equipo de Ricardo Monreal.

Esto tiene toda la pinta de un arreglo: Morena ganará el Estado de México y el PRI, con Manolo Jiménez Salinas, Coahuila. 

Así pintan las cosas en las elecciones que realmente importan, desde la perspectiva nacional en 2023: un intercambio político… a favor del presidente Andrés Manuel López Obrador. 

MITOFSKY: ARMANDO MARTÍNEZ, EL ALCALDE MEJOR EVALUADO EN COSTAS DE MÉXICO

Se comentó ayer en esta columna: los tres alcaldes de la zona metropolitana del sur de Tamaulipas se encuentran en el Top Ten de Mitofsky y de otras reconocidas empresas encuestadoras que miden la aprobación ciudadana.

Como se sabe, Chucho Nader, presidente municipal de Tampico, ha destacado desde hace tiempo en este renglón, mientras Adrián Oseguera, de Ciudad Madero, ha figurado en diversas ocasiones en los primeros sitios de las evaluaciones.

Por su parte, el alcalde de Altamira, Armando Martínez Manríquez, quien se encuentra en su segundo año de gobierno, registra una tendencia de ascenso, de acuerdo con los sondeos de opinión pública aplicados en meses recientes.

No solo aparece en el quinto sitio de los alcaldes mejor evaluados del país, sino que se ubica en el primer lugar de los presidentes municipales de las costas de México.

Esto lo señala la encuesta hecha por Mitofsky en diciembre pasado, en la que Armando Martínez se coloca en la primera posición con 57.1 por ciento de aprobación entre los ciudadanos.

Ligeramente atrás, en el cuarto lugar, se encuentra Adrián Oseguera, el vecino maderense, con 56.3 por ciento.

Como se observa, los dos alcaldes morenistas del sur también destacan en este segmento.

Y, se debe recalcar, es notorio el ascenso de Armando Martínez.

El presidente Andrés Manuel López Obrador y la candidata de Morena a la gubernatura del Estado de México, Delfina Gómez.

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