Hace 35 años, en 1989, en un ambiente que parecía adverso, Andrés Portillo Villegas creó el Sindicato Único de Trabajadores al Servicio del Honorable Ayuntamiento (SUTSHA) de Ciudad Madero.
1989 no es cualquier año para la urbe petrolera: es el parteaguas, es el antes y el después de su historia.
Fue el año de la espectacular aprehensión de Joaquín Hernández Galicia, ‘La Quina’, justo en el arranque del sexenio de Carlos Salinas de Gortari.
La creación del SUTSHA se registra en ese contexto histórico del sólido sur de Tamaulipas: fueron días de un profundo cambio sociopolítico, el comienzo de una nueva etapa en Madero, Tampico y Altamira. Una incipiente democracia tocaba a la puerta tras décadas de caciquil mano dura.
En esa ardua, revuelta y compleja transición de finales de los ochenta e inicios de los noventa del siglo pasado, emergieron nuevos liderazgos. Uno de ellos fue Andrés Portillo Villegas (qepd).
Después de 35 años, el SUTSHA es una organización sindical que logró su objetivo principal: defender y garantizar los derechos de sus trabajadores.
Actualmente, el SUTSHA es una referencia estatal, un ejemplo que marca la ruta a seguir: bajo el liderazgo y la visión sindicalista de Azael Portillo Alejo se creó el año pasado la Federación de Trabajadores al Servicio de los Ayuntamientos de Tamaulipas (FETSAT).
La FETSAT, creada en los tiempos de la Cuarta Transformación en Tamaulipas, agrupa a los sindicatos de los Ayuntamientos de Ciudad Madero, Tampico, Victoria, Reynosa, Matamoros, Tula y Güémez.
Para celebrar el 35 aniversario del SUTSHA, Azael Portillo, secretario general, y su equipo de trabajo, convocaron a un evento que se realizó en el Domo Madero la noche del jueves pasado.
Al festejo asistió el presidente municipal maderense Erasmo González Robledo, acompañado de su esposa, Dunia Marón. También se contó con la presencia del secretario general de la Sección Uno del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), Esdras Romero Vega, y de la secretaria general electa de esta organización, Fabiola Rodríguez Saucedo.
Los diputados locales llegaron a la celebración del SUTSHA: ahí estuvieron Adrián Cruz, Claudio De Leija, Cynthia Jaime Castillo y Úrsula Patricia Salazar Mojica. Sabrina Morales, excandidata a diputada local y actual asesora en la Secretaría de Bienestar del gobierno estatal, llegó a la cita.
Eliseo Castillo asistió en representación del gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal Anaya.
Los dirigentes de los sindicatos que forman parte de la FETSAT también estuvieron en el festejo del SUTSHA: Elizabeth Juárez Merinos, de Tampico; Jorge Luis Barajas Yebra, de Reynosa; Blanca Jasso Valle, de Ciudad Victoria; Alejandro Millán Robledo, de Matamoros; Silverio Pequeño Jiménez, de Güémez; y Francisco Alejandro Mendoza Lumbreras, de Tula.
Asistió también Erik Baldomero Del Ángel, secretario general del Sindicato Único de Trabajadores del Republicano Ayuntamiento (SUTRA) de Altamira.
La presencia de Erik Baldomero es un mensaje contundente de que las cosas han cambiado para bien en el SUTRA. ¿Se sumará este sindicato a la FETSAT? Esa pregunta tendrá respuesta en su momento.
Marco Antonio Martínez Castillo, representante obrero de los Ayuntamiento del Tribunal de Conciliación y Arbitraje, fue convocado y ahí estuvo.
La senadora Olga Sosa Ruiz, ‘madrina’ de la FETSAT, fue invitada a la celebración del SUTSHA, pero no pudo asistir debido a que el jueves tuvo sesión ordinaria en la Cámara Alta.
Eso sí, la senadora tamaulipeca le envió una felicitación a Azael Portillo por el 35 aniversario de la organización sindical.
En su mensaje ante los trabajadores, el alcalde Erasmo González Robledo agradeció el apoyo que recibió al inicio de su administración, en octubre pasado, para resolver ‘la crisis’ que se registró en la recolección de basura en el municipio, una problemática que ya fue superada.
Por supuesto, como era una fiesta, se realizó la tradicional rifa de regalos a los trabajadores.
Y claro, tras la cena, hubo música y baile.
JULIO CÉSAR CHÁVEZ Y EL DIF DE ALTAMIRA NOQUEAN A LA VIOLENCIA
El mejor boxeador mexicano en la historia, Julio César Chávez, estuvo en Altamira para apoyar la construcción de la primera Casa Hogar en este municipio, en la que se atenderá a la niñez desprotegida.
La historia de Julio César Chávez es conocida por todos: de condición humilde, con dedicación y con una increíble habilidad para pelear en el ring, llegó a la cima del boxeo mundial.
Alcanzado el éxito, las tentaciones lo llevaron a una brutal caída. Sin embargo, con esfuerzo, logró levantarse y ganar la batalla por la vida.
Ahora, Julio César Chávez es un ejemplo para los jóvenes y para todos los deportistas.
Esa fue la razón por la que fue invitado a Altamira por el alcalde Armando Martínez y por su esposa, la presidenta del DIF local, Rossy Luque de Martínez, así como por Rosa Elena Martínez Luque, presidenta del Voluntariado Juvenil.
En una función de box, en la que hubo varias peleas en distintas divisiones, el legendario Julio César Chávez recibió un reconocimiento a su trayectoria.
La máxima gloria del boxeo mexicano firmó autógrafos y se tomó muchísimas fotografías con la gente que asistió al evento que fue, sin duda, un auténtico ‘knockout contra la violencia’.
Y PARA CERRAR…
Los que se fueron a comer a ‘El Porvenir’ el miércoles pasado, después de la asamblea informativa de Morena que encabezaron los dirigentes nacionales Luisa María Alcalde y Andrés Manuel López Beltrán, fueron los diputados locales Humberto Prieto y Claudio De Leija.
El líder del Congreso del Estado y el legislador maderense llevan una muy buena relación política y de amistad. Ambos están trabajando para consolidar a la 4T en tierras tamaulipecas.
