La arrolladora reelección de Armando en Altamira

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Hace tres años, en la elección de 2021, Armando Martínez Manríquez ganó la presidencia municipal de Altamira con más de 40 mil votos.
Ahora, al competir por su reelección, obtuvo el triunfo con poco más de 70 mil sufragios.

Es decir, Armando Martínez sumó 30 mil votos a los que había alcanzado en 2021. Una votación récord en tierra altamirense.

Eso también se puede interpretar de la siguiente forma: el gobierno que ejerció a lo largo de un trienio no tuvo un desgaste, sino todo lo contrario: su toma de decisiones en obras y servicios (entre ellas, de forma destacada, la millonaria inversión en pavimentación de calles y el rescate de la Laguna del Champayán), fue aprobada con una alta calificación por los ciudadanos.
Esa suma de votos en tres años también tiene que ver con el factor de operación y negociación política: Armando Martínez convenció a los auténticos panistas, a los que por muchos años militaron en Acción Nacional, de incorporarse a su proyecto de continuidad de la Cuarta Transformación.
Con ‘tiros’ certeros, desactivó a la oposición más valiosa. Los casos más representativos fueron los del empresario Gonzalo Urbina y del exregidor Cristian Pérez, militantes por dos décadas en las filas blanquiazules, partido al que renunciaron para apoyar públicamente al morenista Armando Martínez.
Con ellos se fueron del PAN muchos simpatizantes, aquellos que siempre fueron desplazados y relegados por los ‘dedazos’ a favor de los consentidos del comité directivo estatal, sobre todo en los tiempos del autoritario y déspota Francisco García Cabeza de Vaca.
El golpe político más letal de Armando Martínez contra el panismo lo recetó al arranque de su campaña: Ciro Hernández, su acérrimo contrincante hace tres años, el que fuera candidato blanquiazul a la alcaldía de Altamira en la elección de 2021, ahora expresó su respaldo al alcalde de extracción morenista.
De ese duro izquierdazo nunca se pudo reponer la campaña panista de Miguel Gómez Orta. A partir de ahí se percibía que el PRIAN cabecista iba a naufragar sin remedio.
Así sucedió: Armando Martínez superó a Miguel Gómez por más de 50 mil votos de diferencia. Fue una victoria aplastante del ahora alcalde reelecto.
Tan apabullante fue el triunfo de Morena en Altamira que desde la noche del 2 de junio nada se sabe de Miguel Gómez Orta y de sus compañeros de fórmula, uno de ellos, Carlos ‘El Cacho’ Toral, quien volvió a perder en las urnas.
Hace tres años, Armando hizo chuza con los representantes de la arcaica clase política altamirense. Ahora repitió la dosis, pero recargada.
El PRD, financiado en tierras del sólido sur por Juvenal Hernández Llanos, desapareció del mapa. MC, con el apoyo de la familia De la Portilla, nomás no pintó en Altamira.
Si hace tres años, en 2021, Armando hizo chuza con los arcaicos y desgastados liderazgos de la clase política de Altamira, ahora Armando y Morena hicieron una virtual limpia de esos viejos o no tan viejos representantes del pasado.
Lo que sucedió en Altamira el 2 de junio es la confirmación de que el municipio -el de mayor presupuesto y crecimiento en la zona sur- registra una transformación de fondo, un cambio social que va más allá de la política.
Durante muchos años, prácticamente a lo largo de la historia de Altamira, unos cuantos liderazgos identificados con ciertas familias, tuvieron el control político de la administración municipal.
Eso ya cambió… ya existe un relevo generacional que reclama, con justicia, una participación en la toma de decisiones de la ciudad destinada a ser el motor económico del sólido sur tamaulipeco.
Eso es lo que sucedió en la elección del 2 de junio: la contundente aprobación ciudadana a favor de un proyecto que rompió con los viejos moldes políticos del pasado.
 
ROSA MARÍA GONZÁLEZ AZCÁRRAGA SE TOMARÁ UNOS MESES SABÁTICOS
Para desintoxicarse un poco de las tensiones y presiones que le dejó la pasada campaña electoral por la alcaldía de Tampico, Rosa María González Azcárraga viajó a la Ciudad de México para atender asuntos personales y reflexionar sobre lo que viene para ella tras su derrota.
De entrada, desde el 4 de junio, solicitó su reincorporación a la Cámara de Diputados, trámite que se resolverá en estos días.
Rosa volverá al Legislativo para impulsar ante la Comisión Permanente del Congreso la iniciativa para conmemorar el ‘Día de la Mujer Migrante’, una propuesta elaborada por la diputada federal tampiqueña y por su amiga Mariana Gómez del Campo.
Esta iniciativa se quedó atorada en la Comisión de Gobernación que preside Alejandro Moreno, mejor conocido como ‘Alito’. Ahora se busca que la propuesta sea avalada en la Permanente antes de que llegue a su fin la actual Legislatura, la 65.
Algo más tiene planeado hacer Rosa María González Azcárraga: promover en Tamaulipas las candidaturas de sus compañeros legisladores Jorge Romero Herrera, a la presidencia nacional del PAN; y de Michel González Márquez, a la secretaría general. La nueva dirigencia blanquiazul deberá definirse entre los meses de julio y agosto. Eso está a la vuelta de la esquina.
Después de eso, Rosa se tomará unos meses sabáticos, de septiembre a diciembre de este año… tal vez, un poco más de tiempo, ya avanzado el 2025.
¿La verdad? La diputada federal panista no quiere saber nada, absolutamente nada, de política. Nada… al menos por un buen rato. Se percibe que quedó harta y fastidiada de las grillas que genera una campaña electoral. El desgaste y la presión diaria la dejaron agotada.
¿Qué va a hacer? Se dedicará a atender su negocio. Ella es propietaria de un gimnasio y es muy probable que inaugure uno más en los próximos meses.
Ya veremos con el paso del tiempo si Rosa María González Azcárraga decide volver o no a la actividad política.
 
INVIERTE EL GOBIERNO TAMAULIPECO 230 MDP EN INFRAESTRUCTURA DE SALUD
Para rehabilitar 36 centros de salud y concluir con la construcción de dos hospitales, uno en Ciudad Madero y otro en Matamoros, el gobierno de Tamaulipas invierte 230 millones de pesos.
Al ser médico de profesión, el gobernador Américo Villarreal Anaya tiene a la salud como una prioridad de su gestión y, por tanto, canaliza recursos para el mejoramiento de la infraestructura hospitalaria.
Además, apenas el jueves pasado, en un enlace en vivo con la conferencia ‘Mañanera’ del presidente Andrés Manuel López Obrador, el doctor Américo Villarreal entregó, de forma simbólica, la primera remesa de tarjetas del programa ‘La Clínica es Nuestra’ al comité ciudadano del centro de salud de la colonia Enrique Cárdenas González, de Ciudad Victoria.
Esta acción es parte del nuevo modelo de atención del programa IMSS-Bienestar, el cual brindará atención médica gratuita a la población.
Es evidente que el servicio de salud ocupa un lugar central para el gobierno de Américo Villarreal Anaya. Buen punto.
 
EL RECTOR DE LA UAT ASISTEN A GRADUACIÓN EN LA UAM MANTE
Es temporada de graduaciones en las instituciones educativas y el rector de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), Dámaso Anaya Alvarado, estuvo hace unos días en la ceremonia en la que 152 estudiantes culminaron sus licenciaturas en Enfermería y Nutrición y Salud Integral.
Este evento se realizó en la Unidad Académica Multidisciplinaria (UAM) de El Mante, la que se caracteriza por su compromiso con la calidad educativa.
El rector de la UAT felicitó a los egresados y entregó un reconocimiento a los mejores promedios. Por cierto, la gran mayoría de los egresados fueron mujeres.
Otra graduación que llamó la atención en días pasados fue la primera generación de estudiantes del programa bilingüe de la Escuela Preparatoria Número 3 de Ciudad Victoria, que imparte un curso intensivo de inglés y que es un proyecto pionero de bachillerato de la UAT. 
 
Y PARA CERRAR…
Algunos, desde la esfera mediática digital, ya comenzaron a impulsar a Maki Ortiz rumbo a la gubernatura tamaulipeca de 2028… ¡¡¡No, bueno!!!
Por lo visto, esos promotores no se dieron o, mejor dicho, no se quisieron dar cuenta que doña Maki (con estrechos nexos con el calderonismo) ni siquiera pudo ser candidata de Morena a senadora y, por ende, tuvo que recurrir al Partido Verde para ser postulada por las dos vías, la mayoría relativa y la plurinominal.
Basta ver los números finales de la elección para darse cuenta que el Verde no consiguió lo que quería en Tamaulipas.
Además, las cifras electorales fueron contundentes: el hijo de Maki, el joven Carlos Peña, ganó su reelección como alcalde de Reynosa gracias a… ¡¡¡la marca Morena!!!
En tierras tamaulipecas, el poderío electoral es color guinda y no verde. Así de fácil y así de sencillo.
Armando Martínez. La felicidad por la contundente y aplastante victoria morenista en Altamira.

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