Cuando Armando Martínez Manríquez llegó a la alcaldía de Altamira, trataron de presionarlo política y económicamente desde la Comapa de Tampico-Madero.
Resulta que la Comapa de la Zona Conurbada cobraba en 500 mil pesos el servicio con el que surtía de agua potable a los sectores Miramar y Tampico-Altamira a la administración municipal anterior, pero al llegar la Cuarta Transformación la factura se incrementó a 3 millones 850 mil pesos.
Ese fue un acuerdo que hicieron los entonces gerentes de las Comisiones Municipales de Agua Potable y Alcantarillado de Tampico-Madero y de Altamira, Jorge Federico Rivera Schotte y Raúl Manzur, respectivamente, con la intención de ahorcar las finanzas iniciales de la gestión del morenista Armando Martínez.
Lo que vinieron fueron ásperas fricciones y ciertas escaramuzas que no se revelaron de manera pública.
En respuesta, el equipo del alcalde comenzó a organizar una manifestación para acusar al anterior gobierno estatal, lo que fue suficiente para que bajara la presión política ejercida desde las Comapas. Era un franco abuso el que querían cometer.
Esta historia la relató Armando Martínez durante la reciente visita que hizo el gobernador Américo Villarreal Anaya.
‘Se pusieron de acuerdo para hacernos tronar, pero no pudieron. El pueblo de Altamira es mucha pieza’, dijo el presidente municipal en el evento.
Al tomar la palabra, en referencia a ese caso que sucedió el año pasado, el doctor Américo Villarreal expresó: ‘Ya no tenemos de qué preocuparnos de la Comapa de Tampico’.
Con la sonrisa de quien ejerce a plenitud el poder, el gobernador tamaulipeco añadió: ‘Ya está jalando como tiene que jalar, derechito’.
Ante la vista de todos los asistentes, quedó claro que el mandatario estatal y el alcalde de Altamira se entienden bien, hablan el idioma de la Cuarta Transformación. Es, además, una amistad sólida.
Eso se revela en el siguiente dato: en tres meses de gobierno, el doctor Américo Villarreal Anaya ha visitado Altamira en tres ocasiones.
Durante la visita del lunes pasado, el gobernador de Tamaulipas le dijo al presidente municipal Armando Martínez Manríquez: ‘Voy a venir cuantas veces me invites’.
El mensaje es el siguiente: Altamira está en el corazón de la 4T tamaulipeca. Altamira está en sintonía con la línea de trabajo dictada desde el alto mando que radica en la capital del estado, Ciudad Victoria.
‘Altamira es orgullo de Tamaulipas’, afirmó Américo.
Con obras conjuntas como la desincorporación de la planta potabilizadora Laguna de la Puerta y la introducción de una línea de agua potable que beneficiará a más de 60 mil personas que viven en la zona sur del municipio, se refleja que Altamira recibirá un firme apoyo y un constante respaldo del gobierno estatal de Américo Villarreal.
Como lo dijo el doctor en su campaña, con lenguaje lopezobradorista, ‘amor con amor se paga’.
De esa forma, será normal ver con frecuencia al gobernador en tierra altamirense en los años por venir.
