Durante el sexenio de Felipe Calderón, de mediados de 2007 a principios de 2012, la zona metropolitana del sur de Tamaulipas vivió una época de terror.
El motivo: una ola de secuestros.
Acaudalados y conocidos empresarios fueron plagiados.
Ante esa peligrosa situación, muchas familias de la elite porteña prefirieron irse a vivir a Texas.
Por supuesto, no fue una casualidad que en ese sexenio, el calderonista, con Genaro García Luna como secretario de Seguridad Pública, ese delito de alto impacto sacudiera a los integrantes de la clase empresarial de Tampico.
El tormentoso pasado de Genaro García Luna, investigado por periodistas de renombre como Anabel Hernández y Francisco Cruz, tenía ligas directas con las bandas de secuestradores que operaron a finales de los noventas y principios del nuevo siglo en el Valle de México.
Ese esquema delictivo lo replicó, siendo el poderoso e influyente secretario de Seguridad Pública, en el sur de Tamaulipas. Hizo lo que quiso a lo largo de seis años.
Cuando terminó el sexenio, concluyó ese ‘negocio’ ilegal. Esa es la mejor prueba para entender quién estaba realmente detrás de ese delito.
Ahora, Genaro García Luna está donde tenía que estar: tras las rejas, en espera de una sentencia que puede ser cadena perpetua o, por lo menos, de 20 años.
Un jurado integrado por doce ciudadanos estadounidenses lo declaró culpable. La justicia, ausente en tierras aztecas, llegó por la vía de los gringos.
Al ver el riesgo de ser capturado en cualquier momento, el expresidente Felipe Calderón prefirió irse de México hace varios meses. Se fue a España. Fue una virtual fuga. Huyó.
Para muchos, Felipe Calderón fue un cómplice de Genaro García Luna, un jefe policíaco que operó como conexión y enlace con ‘el bajo mundo’, con las bandas del crimen organizado.
Es obvio que Calderón siempre supo en qué estaba metido su secretario de Seguridad Pública. Lo supo y lo defendió, por alguna razón o, mejor dicho, por millones de razones, a capa y espada.
No solo eso: se lo dejó ‘encargado’ al priista Enrique Peña Nieto, quien benefició a Genaro García Luna con millonarios contratos simulados a través de la Secretaría de Gobernación, la Policía Federal y la Fiscalía de la Ciudad de México.
Durante el sexenio de Peña Nieto, el brazo derecho de Felipe Calderón recibió 427 millones de dólares, de acuerdo con una investigación de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF).
De estos cuantiosos desvíos tienen mucho qué hablar los senadores Miguel Ángel Osorio Chong, el priista que despachaba en Bucareli; y el perredista Miguel Ángel Mancera, jefe de gobierno de la Ciudad de México en esos años de podredumbre.
¿La Fiscalía General de la República los citará a declarar algún día? Eso entra en el terreno de la duda, pero ya lo veremos.
Mientras, en la Corte de Brooklyn, un desencajado Genaro García Luna fue declarado culpable de cinco delitos, tres de ellos por distribuir cocaína y uno más por delincuencia organizada. El otro fue por mentir.
Es decir, el secretario de Seguridad Pública en el sexenio de Felipe Calderón era un narcotraficante.
En manos de un narco estuvo la seguridad de los mexicanos en el sexenio calderonista. Esa es la razón por la que sucedieron cosas tan perversas en esos años oscuros.
ARMANDO MARTÍNEZ VISITA PLANTA DE TRATAMIENTO EN CDMX
Como se los adelanté, el alcalde de Altamira, Armando Martínez, visitó ayer la planta de tratamiento de aguas residuales ‘Agua Clara de Santa Fe’, en la Ciudad de México.
Este modelo se pretende instalar en el sector ‘La Pedrera’ para resolver un viejo problema: sanear las lagunas de oxidación y, de esa forma, reutilizar el agua que se consume en la zona urbana del municipio.
Lo importante es que Armando Martínez cuenta con todo el respaldo del gobierno estatal del doctor Américo Villarreal.
El mejor ejemplo de ese apoyo es que el presidente municipal estuvo acompañado en su recorrido por la planta de tratamiento de aguas residuales de la capital del país por el secretario de Obras Públicas del gobierno del estado, Pedro Cepeda Anaya; y por el director general de la Comisión Estatal del Agua, Raúl Quiroga Álvarez. En otras palabras, la instalación de la planta de tratamiento va muy en serio.
Además, estuvieron en el recorrido el director de la Cuenca Golfo Norte de la Comisión Nacional del Agua, Felipe de Jesús Chiw Vega; y el gerente general de la Comapa de Altamira, Omar Hernández Leines.
Los diputados federales Blanca Narro Panameño y Erasmo González Robledo también acompañaron al alcalde de Altamira en su visita a esta moderna planta de tratamiento de aguas residuales.
Armando Martínez sabe perfectamente que esta obra es vital, una prioridad para el desarrollo integral de Altamira.
EL ABRAZO Y EL BESO EN LA MEJILLA ENTRE SHEINBAUM Y MONREAL
Ojo, mucho ojo con lo que sucedió ayer en el Palacio de Gobierno de la Ciudad de México: Claudia Sheinbaum recibió en sus oficinas a Ricardo Monreal.
Así es: la jefa de gobierno de la capital del país se reunió con el presidente de la Cámara de Senadores. ¿Fumaron la pipa de la paz? Todo indica que sí.
En sus redes sociales, Monreal publicó: ‘Fue una reunión amigable’.
Es más, se despidieron con un beso en la mejilla y un abrazo. ¿Qué tal?
La unidad se abre paso con firmeza al interior del Morena, mientras la oposición se encuentra más maltrecha y manchada por culpa del narcotraficante y calderonista Genaro García Luna.
Y PARA CERRAR …
Hoy se firmará en Tampico el convenio macro de servicios de salud entre la Federación y el gobierno de Tamaulipas.
Américo Villarreal, gobernador del estado, encabezará el evento. Entre los representantes de la administración federal estará Zoé Robledo, director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
El acto se realizará en el Centro de Convenciones, a la orilla de la Laguna del Carpintero.