Primer día del mes patrio y domingo de intensa actividad política en distintos frentes en la capital del país.
Para comenzar, en el corazón de la república, en el Zócalo de la Ciudad de México, el presidente Andrés Manuel López Obrador rindió su último informe de gobierno.
Al más puro estilo de otros tiempos en que mandaba al diablo a las instituciones, ahora el señor de Palacio Nacional mandó al carajo a los oligarcas, a los neoliberales, a los conservadores, a los que durante los tiempos de la tecnocracia se sintieron dueños de la nación.
López Obrador los mandó al carajo porque la oligarquía instrumentó en los años del neoliberalismo una simulación democrática, época en la que ejercieron el poder sin hacerle caso al pueblo.
La simulación democrática de esos tiempos registró su momento climático en el fraude de la elección presidencial de 2006, en la que los oligarcas impusieron al panista Felipe Calderón en la silla del águila.
Fue el discurso de la virtual despedida del impetuoso tabasqueño, al que todavía le restan cuatro semanas en el poder. Afirmó, como ya lo ha hecho en ‘las Mañaneras’, que se jubilará con la conciencia tranquila.
Como suele hacerlo, ensalzó a su sucesora, a la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, ahí presente, en primera fila, junto a los gobernadores, entre ellos, Américo Villarreal Anaya, de Tamaulipas.
AMLO aseguró que ella, la doctora Sheinbaum, continuará con la transformación del país. Ese es el compromiso del siguiente gobierno federal morenista.
A pesar de los virulentos y persistentes ataques de la prensa conservadora, López Obrador se va con una altísima aprobación ciudadana de acuerdo con la más reciente encuesta aplicada por De las Heras: ¡73 por ciento!
Por la tarde de una intensa jornada dominical, en la sesión del Congreso General en el recinto de San Lázaro, la joven secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde Luján, entregó por escrito el sexto y último informe del presidente López Obrador.
En un emotivo, entusiasta y bien articulado mensaje, Luisa María Alcalde hizo un breve recuento de los logros y los avances del primer sexenio morenista y, para rematar, calificó a Andrés Manuel López Obrador como ‘el mejor presidente que ha tenido este país’.
Fue la apertura de una primera sesión legislativa que tuvo como platillo principal la reacción morenista a la intromisión de dos jueces, por la vía de la suspensión, en las discusiones y resoluciones del Poder Legislativo.
En otras palabras, esto se trata de un choque de Poderes, del Poder Judicial y del Poder Legislativo.
Ricardo Monreal, coordinador del Grupo Parlamentario de Morena, respondió puntilloso tanto en rueda de prensa como en la tribuna de la Cámara de Diputados.
Como argumentos jurídicos, el experimentado zacatecano citó el artículo 61 de la Ley de Amparo y los artículos 39 y 135 de la Constitución. En resumen, aseguró que esas ‘suspensiones’ no se pueden admitir porque son improcedentes y son anticonstitucionales.
‘No nos podemos someter a la tiranía de la toga y el birrete’, afirmó ante el aplauso de la apabullante mayoría de la 4T en San Lázaro.
Calificó al par de jueces como ‘vulgares violadores de la Constitución’. Incluso, los morenistas plantearon la posibilidad de llevarlos a juicio político. Eso todavía no está decidido, pero lo van a analizar.
La realidad es esa: las dos suspensiones no proceden porque el Poder Judicial no puede intervenir en el Poder Legislativo, un poder cuya función es elaborar las leyes. Es una intervención francamente absurda del par de jueces.
Además, como explican algunos especialistas, se trata de un proceso legislativo en marcha, que todavía no se encuentra aprobado y, por tanto, por mera lógica, no procede suspensión o amparo alguno.
Con Ricardo Monreal a la cabeza, los morenistas y sus aliados van por la aprobación de la Reforma Judicial en las dos sesiones siguientes, la del martes y la del miércoles.
Con el inicio de los trabajos en las dos Cámaras, en la de Diputados y en la de Senadores, la guerra por el control del Poder Judicial ha entrado a su etapa decisiva.
EL COMPROMISO DE AMÉRICO VILLARREAL CON LA CUARTA TRANSFORMACIÓN
Al igual que el resto de los gobernadores, Américo Villarreal estuvo en primera fila en el último informe del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Por supuesto, aprovechó para tomarse la fotografía con la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, con quien mantiene una extraordinaria relación política e institucional.
Desde que llegó a la gubernatura de Tamaulipas, Américo sigue al pie de la letra los principios rectores de la Cuarta Transformación. Sabe a la perfección que ese el camino.
Será, además, la ruta a seguir en el siguiente sexenio, bajo el mandato de la doctora Claudia Sheinbaum, con la que trabajará siempre en equipo.
Eso caracteriza a Américo Villarreal: es un gobernador plenamente alienado a la visión de país que a lo largo de seis años promovió López Obrador con la 4T, una visión que permanecerá en la siguiente administración federal.
Un ejemplo es el concepto del humanismo mexicano creado e instrumentado por AMLO. Esa visión humanista la ha aplicado Américo en Tamaulipas a lo largo de casi dos años en los distintos rubros: educación, salud, bienestar social.
Antes de dejar la silla presidencial, López Obrador estará en Nuevo Laredo, Tamaulipas, para inaugurar las instalaciones de la Agencia Nacional de Aduanas. Ahí estará también la presidenta electa Claudia Sheinbaum y, claro, el gobernador Américo Villarreal.
Por cierto, el doctor Américo estuvo acompañado por su esposa María de Villarreal en el último informe del presidente Andrés Manuel.
Y PARA CERRAR…
Para colmo de la vapuleada y devaluada oposición, el Grupo Parlamentario de Morena y sus aliados en el Congreso de la Ciudad de México lograron la suma de tres diputados y, de esa forma, alcanzaron la anhelada mayoría calificada.
Así, cada iniciativa de reforma que envíe la nueva jefa de gobierno, Clara Brugada, contará con los votos suficientes, 46 en total, para ser aprobada.
¿Quiénes cambiaron de color de un día para otro? ¿Quiénes fueron los diputados chilangos que brincaron a la 4T? Obvio, una fue del PRD: Nora Arias Contreras. Otra más de lo que queda o, mejor dicho, lo que quedaba del PRI: Silvia Sánchez Barrios.
Lo que más dolió a los opositores fue la maroma de un legislador del PAN hacia la izquierda morenista de la capital del país: Luis Chávez García.
Ya lo saben: en la guerra y en la política, todo se vale.