El CIEST en el sexenio de la 4T

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Finalmente, los empresarios del sur de la entidad, en particular los de Tampico, se dieron cuenta que el primer gobierno del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en Tamaulipas no es ‘el monstruo come niños’ que tanto contaba la oscura narrativa antilopezobradorista.

Morena no es el regreso del comunismo, ni la llegada del sandinismo, ni siquiera la propagación de folletos con las imágenes del Che Guevara y de Fidel Castro. Nada de eso.

Tampoco es un gobierno que busque revanchismos ni desquites viscerales como sucedió en el sexenio pasado con aquellos que no lo apoyaron en campaña.

Cuando el nefasto Francisco García Cabeza de Vaca llegó al poder, soberbio y prepotente como era o, mejor dicho, es, cerró las puertas y solo escuchó a quienes lo rodeaban. El resultado: para el cuarto año de gobierno, ese estilo de hacer política estaba liquidado.

La gran mayoría de los empresarios que integran el Consejo de Instituciones Empresariales del Sur de Tamaulipas (CIEST) se la jugó, por simpatía ideológica y de clase, con Acción Nacional en la contienda por la gubernatura del estado. Esa definición en una lucha electoral es parte de la democracia, es normal.

Américo Villarreal Anaya llegó ayer con los empresarios del sur tamaulipeco, los socios activos del CIEST, y expuso los proyectos de impacto regional que, a mediados de octubre, planteó al presidente de la república Andrés Manuel López Obrador en la reunión que sostuvieron en Ciudad Victoria.

¿Más allá de que formen parte del Plan Estatal de Desarrollo, qué tienen de especial estos proyectos? Son los que quiere la gente que se realicen, son los proyectos que urgen. Es decir, el primer gobierno de Morena en Tamaulipas escuchó con atención a los diversos sectores de la sociedad y lo plasmó en su propuesta.

¿Cuáles son esos proyectos? El más urgente de todos, porque de su realización depende el abastecimiento de agua para el consumo humano e industrial de Tampico, Madero y Altamira: la reparación del sistema de diques ‘El Camalote’.

Otro es la modernización del Centro Histórico de Tampico, con el proyecto Tampico 1900, que contempla el desarrollo turístico de la zona portuaria aprovechando el edificio de la antigua Aduana, catalogado como un monumento con historia viva. El proyecto se extenderá a las bodegas y los muelles colindantes, así como al área del patio de maniobras.

Esta siguiente etapa de la modernización del Centro Histórico de la ciudad de las jaibas se conectará con las obras ya realizadas: el nuevo mercado municipal, la remodelación de la Plaza Hijas de Tampico y la reconfiguración de las ‘bajadas’ de las calles 20 de noviembre, Cristóbal Colón y Fray Andrés de Olmos.

El proyecto de movilidad urbana entre Tampico, Madero y Altamira es vital. Todos los días, miles de trabajadores se movilizan hacia el puerto y corredor industrial altamirense, situación que se complica en ciertos horarios. Facilitarles el traslado es necesario, prioritario.

Algo más: la conclusión del nuevo Hospital Civil de Ciudad Madero, ubicado en el sector Miramápolis. Esta obra, muy posiblemente, tenga que ser reconstruida.

Así es: de acuerdo con especialistas, el hospital, que comenzó a construirse en las administraciones de Enrique Peña Nieto, a nivel federal, y de Egidio Torre Cantú, en el plano estatal, sufre serios problemas en sus soportes.

Para colmo, el equipo que se iba a instalar en este nosocomio, entre ellos costosos aparatos de rayos x, se adquirió hace cuatro años y se encuentra almacenado en una bodega de Altamira, a cuyo propietario se le adeuda la escandalosa cifra de 48 millones de pesos, ya que no se le pagó ni un centavo a lo largo de este tiempo.

Esperemos que haya solución para esta obra que comenzó a construirse hace siete años y que, por diversos líos, entre ellos, el cambio de contratistas a la llegada del gobierno cabecista, no ha podido concluirse, lo que es un escándalo.

Esos son los proyectos de impacto regional que expuso Américo Villarreal ante los hombres de negocios en la celebración del 35 aniversario del CIEST en Tampico. El gobernador de Tamaulipas fue aplaudido los empresarios cuando abordó la reparación del sistema de diques ‘El Camalote’, la modernización del centro histórico de Tampico y la conclusión del Hospital Civil de Madero.

De esta forma, la iniciativa privada del sólido sur tamaulipeco estableció su primer diálogo directo con el nuevo mandatario estatal, una conversación productiva, en la que se trazaron los proyectos prioritarios para la región.

Al evento asistieron, por supuesto, los tres alcaldes de la zona metropolitana: Chucho Nader, de Tampico; Adrián Oseguera, de Ciudad Madero; y Armando Martínez Manríquez, de Altamira. Ahí estuvo también el presidente del CIEST, Iñigo Fernández, quien parece destinado a entrarle, tarde o temprano, a la escena política.

AMÉRICO INAUGURA PLANTA RECICLADORA DE FLEX AMÉRICAS

La empresa Flex Américas, que forma parte del Grupo U-Flex, es de origen hindú. Hace catorce años se instaló en el Parque Industrial del Puerto de Altamira.

Con 9 plantas en operación en distintos países del mundo, entre ellos Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Rusia y México, la empresa se dedica a la fabricación de película fílmica de poliéster, conocida como BoPET, la que se utiliza, sobre todo, para el empaquetado de alimentos.

Los ejecutivos de Flex Américas, Om Prakash Mishra, director general; y Amit Miglani, director de ventas para México y Latinoamérica, invitaron al gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal Anaya, a cortar el listón inaugural de su nueva planta recicladora en Altamira.

Américo Villarreal comentó que el gobierno tamaulipeco ofrecerá las mejores condiciones para la operación y planes futuros de Flex Américas.

Al acto asistió el alcalde de Altamira, Armando Martínez Manríquez, quien destacó algunas de las fortalezas del municipio en materia de desarrollo económico.

Por ejemplo, Altamira produce el 100 por ciento del hule en México y genera el 30 por ciento de la producción nacional de químicos y petroquímicos.

Altamira también genera el 55 por ciento de la producción de energía eléctrica que se consume en Tamaulipas y el 11 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) estatal.

Armando Martínez habla con orgullo de su tierra, Altamira. Tiene razón en subrayar cada estadística, cada logro de la ciudad que crece con mayor rapidez en el sólido sur.

Sin duda, Altamira es un municipio relevante en la economía tamaulipeca y es un puerto clave en la conexión del comercio y la industria global.

Y PARA CERRAR…

La noche del miércoles, ya en Tampico, Américo Villarreal Anaya se reunió con el diputado federal Erasmo González Robledo, presidente de la Comisión de Hacienda y Cuenta Pública.

El legislador explicó al mandatario estatal en qué consiste el proyecto del Presupuesto de Egresos de la Federación 2023 para Tamaulipas.

Como ya se apuntó en esta columna, la Federación destinará más de 67 mil millones de pesos a Tamaulipas el próximo año, un incremento de poco más del 10 por ciento. En eso consiste el Plan de Apoyo del presidente Andrés Manuel López Obrador a la entidad. Buen punto.

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