El ambicioso y protagónico marido de Úrsula

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Ante las circunstancias políticas que se vienen dando, la diputada local Úrsula Patricia Salazar Mojica tiene la mesa puesta para ser la candidata de Morena a la presidencia municipal de Tampico.

Por diferentes motivos, sus competidoras, Olga Sosa y Mónica Villarreal, podrían quedar fuera de la jugada.

Sin embargo, Úrsula tiene un pesado lastre, un auténtico estorbo que obstaculiza la meta trazada en 2024: su marido.

Así es: Juan Dionisio Cruz Guerrero, actual rector de la Universidad Tecnológica de Altamira, no entiende que quien debe brillar es su esposa, la presidenta de la Junta de Gobierno del Congreso del Estado. No entiende que es el tiempo de las mujeres.

Su protagonismo no es nuevo, eso viene desde que era un priista consumado, un mediocre militante tricolor con desproporcionados sueños de grandeza.

Ahora, de acuerdo con morenistas tampiqueños, Juan Dionisio tiene su propio objetivo en la ruta del próximo año: ser diputado local.

Para lograr lo que es un disparate, ya se promociona por las calles de Tampico: mandó instalar un anuncio espectacular a la altura del centro comercial ALTAMA, sobre la avenida Ejército Mexicano; y otro anuncio frente a Plaza Palmas, en la avenida Hidalgo. Esos son los que han sido ubicados por esta columna. Tal vez, hay más.

Con el mismo diseño, los anuncios informan sobre los alumnos de la Universidad Tecnológica de Altamira que fueron becados por un año en Francia.

El rector, es decir, Juan Dionisio Cruz Guerrero, aparece en la fotografía junto a los cinco jóvenes que lograron la beca. También se observan los logos del gobierno de Tamaulipas, de la Secretaría de Educación y de la UT.

Ante ese hecho, surgen varias preguntas: ¿Por qué aparece en los anuncios el rector de una universidad pública? ¿Cuál es su intención? ¿No hubiera sido mejor que solo aparecieran los cinco estudiantes becados? De hecho, es el único funcionario de la Cuarta Transformación en todo el estado que aparece en anuncios.

Incluso, militantes morenistas señalan que la austeridad republicana debería impedir que una universidad pública, como la Tecnológica de Altamira, malgaste sus recursos en anuncios espectaculares. Ese dinero canalizado a la publicidad visual hubiera sido mejor aprovechado en otorgárselo a los alumnos que estudiarán con una beca en Francia. Allá, seguro, tendrán muchos gastos para subsistir.

Pero está claro que la intención de Juan Dionisio Cruz es promocionarse en busca de un cargo de elección popular. Ese es su sueño… sin importarle que choque con las aspiraciones políticas de su esposa, Úrsula Patricia Salazar Mojica, quien parece, por el momento, tener el camino libre para ser candidata de Morena a la alcaldía de Tampico.

Sería muy mal visto por los ciudadanos que el matrimonio apareciera al mismo tiempo en las boletas electorales del 2024 en Tampico. Sería una aberración política, un voto en contra de la 4T.

Eso es lo que no entiende Juan Dionisio Cruz Guerrero, un personaje que tiene mucha hambre de poder.

Un episodio del proceso electoral de 2021 lo pinta a la perfección, ya que describe sus impulsos y arrebatos: en una reunión realizada la noche del 20 de febrero de ese año, en una residencia de la colonia de la Unidad Nacional, en Ciudad Madero, se definía, entre otras cosas, el reparto de las nominaciones a las regidurías de la planilla de la entonces candidata a la alcaldía tampiqueña, Olga Sosa Ruiz.

El encuentro duró tantas horas que concluyó hasta la madrugada del 21 de febrero. Eso sí, hubo comida preparada por un chef chilango que se hospedó en un hotel cercano a la casa. Como cena se sirvió salmón, tabla de quesos y carnes frías y, de postre, un dulce y delicioso pastel red velvet (terciopelo rojo). La élite morenista come muy bien.

Al hablar sobre el reparto de las posiciones en la planilla morenista que competiría en Tampico, la discusión se tornó acalorada. Molesto, Juan Dionisio alzó la voz: casi a gritos, exigió a Olga Sosa la primera regiduría. La quería para el hijo de su esposa, de nombre Gerardo, un joven sin experiencia que apenas iba a llegar a la mayoría de edad por esos días.

A pesar del duro tono usado por Juan Dionisio, Olga Sosa respondió que no les iba a entregar esa posición a ellos, ni a él ni a su esposa Úrsula. Ese lugar ya lo tenía reservado para un profesor morenista proveniente de las filas del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE).

Pero Juan Dionisio no solo quería la primera regiduría para su familia: también quería prácticamente la mitad de las posiciones de primer y segundo nivel de la administración municipal porteña… en caso de que ganara Olga Sosa. Por cierto, la otra mitad del gabinete, prácticamente la quería Lalo Hernández Chavarría, entonces candidato de la 4T a la diputación federal por el Octavo Distrito.

Obvio, Olga Sosa no cedió a las exigencias, presiones y pataleos de Juan Dionisio y, desde entonces, la relación política se fracturó. Si bien Olga y Úrsula se saludan y platican, el distanciamiento y la desconfianza es evidente.

Según testimonios, Úrsula Patricia Salazar Mojica cambió mucho al casarse con Juan Dionisio Cruz. Ella era una mujer sencilla y trabajadora, empleada en Telmex. Fue él quien la llevó al PRI… a pesar de que el tío, un rebelde e impetuoso tabasqueño de nombre Andrés Manuel López Obrador, era candidato presidencial de las izquierdas.

Ellos, Dionisio y Úrsula, llegaron al Movimiento de Regeneración Nacional cuando AMLO, en su tercera aventura, ya tocaba a las puertas de Palacio Nacional, en los tiempos en que el PRI ya había perdido la gubernatura de Tamaulipas. Esa es la razón por la cual Úrsula no termina de encajar con los morenistas fundadores.

No obstante, ahora las circunstancias políticas favorecen la candidatura de Úrsula Patricia Salazar Mojica a la presidencia municipal de Tampico. Solo tiene un grave y serio problema, un pesado lastre que le impide ir libre por el objetivo: su ambicioso y protagónico marido, Juan Dionisio Cruz Guerrero.

ROSA MARÍA GONZÁLEZ AZCÁRRAGA VIAJARÁ A MÉRIDA, YUCATÁN

No crean que la panista tampiqueña se va de vacaciones o que se va a tomar unos días de descanso, nada de eso. Todo lo contrario, son días de mucho trabajo.

Rosa María González Azcárraga, presidenta de la Comisión de Asuntos Migratorios de la Cámara de Diputados, es invitada especial al segundo informe de gobierno del alcalde de Mérida, Renán Barrera Concha, evento que se realizará el próximo sábado 5 de agosto a las 11 horas en el Centro de Convenciones Siglo 21.

Se espera un evento político en grande debido a que Renán Barrera, tres veces alcalde de Mérida, vuela para ser el candidato del PAN a la gubernatura de Yucatán en la crucial elección de 2024.

De acuerdo con Massive Caller, el presidente municipal de Mérida se encuentra en primer lugar de la carrera blanquiazul por la nominación a gobernador de la tierra yucateca. Por el amplio margen que saca a sus competidores, prácticamente ya es el candidato.

Pero… eso no quiere decir que la va a tener fácil en las urnas: la encuesta de julio de Massive Caller indica que existe un virtual empate técnico entre el PAN y Morena en Yucatán. El panismo supera por solo 2 puntos porcetuales a la 4T, o sea, la moneda está en el aire.

Allá andará la diputada federal Rosa María González Azcárraga, aspirante a la candidatura de Acción Nacional a la alcaldía de Tampico. La próxima semana estará de regreso en Jaibolandia, donde tiene agenda llena.

LES CUMPLE OSEGUERA A VECINOS CON PAVIMENTACIÓN DE CALLE

Tuvieron que pasar 50 años para que a los vecinos de la calle 22, del sector Héroes de Nacozari, les cumpliera un alcalde de Ciudad Madero.

Ese alcalde que sí les cumplió fue Adrián Oseguera Kernion.

Acompañado de los colonos, el presidente municipal cortó el listón inaugural de la pavimentación a base de concreto hidráulico.

Para realizar la obra, se invirtieron 2 millones 442 mil pesos, recursos federales provenientes del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social Municipal.

Al acto asistieron el diputado local Jesús Suárez Mata y el director de Obras Públicas del Ayuntamiento de Madero, Carlos Leal Contreras.

Y PARA CERRAR…

¿La presidenta de la Junta de Gobierno del Congreso del Estado logrará mantener a su marido a la distancia, lejos de su activismo político? ¿Entenderá Juan Dionisio que la única que tiene posibilidades reales de ser candidata a un cargo de elección popular en Tampico es Úrsula? ¿Entenderá ‘Dionecio’ que no debe ni puede aparecer en anuncios espectaculares dizque promocionando una de las gestiones de la Universidad Tecnológica de Altamira?

El anuncio colocado por la Universidad Tecnológica de Altamira frente a Plaza Palmas, en la Avenida Hidalgo, en el que aparece el rector Juan Dionisio Cruz, esposo de Úrsula Patricia Salazar Mojica, presidenta de la Junta de Gobierno del Congreso del Estado.

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