Día de mucho trabajo con el tema de la seguridad

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En su primer desfile del Día del Trabajo, el gobernador Américo Villarreal Anaya decidió estar presente en Altamira. Eso fue muy significativo.

Desde la simbólica calle 2 de mayo, fecha de la fundación de Altamira, en la esquina con Bulevar Allende, el mandatario estatal encabezó el desfile hasta la zona centro de la ciudad acompañado de su esposa María de la Luz Santiago y del presidente municipal Armando Martínez Manríquez. El diputado federal Erasmo González iba muy cerca de ellos.

Era un día para hablar de la política laboral de la Cuarta Transformación, de su preocupación por el bienestar de los trabajadores, de la recuperación del poder adquisitivo de los salarios, de la lucha del movimiento obrero, del fin de la época oscura del neoliberalismo.

Sin embargo, en la agenda informativa del día una percepción fue la que se respiró: la situación de la seguridad en la frontera, en particular en la región que va de Reynosa a Matamoros y que se amplía hasta San Fernando y Jiménez.

Puntuales, los reporteros, en su chamba, preguntaron sobre el tema. La respuesta del gobernador de Tamaulipas también fue directa: ‘Todo está en calma’.

Con tranquilidad y serenidad, el doctor explicó que los hechos registrados el domingo en la frontera tamaulipeca y en el valle de San Fernando ‘son eventos entre los grupos delincuenciales’ y subraya que ‘la población está a salvo y en calma’.

Un día antes, la Secretaría de Seguridad Pública del gobierno de Tamaulipas informó sobre cada uno ‘los eventos’ o, para decirlo de manera más clara, de los enfrentamientos que se sostuvieron con grupos de la delincuencia organizada.

No obstante, en una acción concertada, los emisarios del pasado, entre ellos periodistas reconocidos de supuesto alcance nacional e ‘influencers’ que escupen ignorancia, propalaron que Tamaulipas estaba en llamas. Quisieron hacer un escándalo. Nada más falso.

Aquí se los comenté ayer: fue un fallido intento de desestabilización. Tal cual, eso fue: un intento de desestabilización que fracasó.

El Código Rojo fue activado por la Secretaría de Seguridad Pública y, de inmediato, las Fuerzas Armadas, el Ejército y la Marina, así como la Guardia Nacional, desplegaron sus elementos para hacer frente a la situación de riesgo. Los bloqueos fueron retirados, uno por uno, sin incidentes en Reynosa y Matamoros. Eso fue lo que pasó realmente.

Más tarde, el coordinador de Comunicación Social del gobierno tamaulipeco, Francisco Cuéllar, publicó en twitter: ‘La SSP GobTam informó puntualmente y a detalle lo que sucedió este domingo sobre los hechos de violencia. Sin embargo, los personajes del pasado y sus voceros, a través de desinformación y mentiras generaron una percepción equivocada’.

Remató con el ‘#Tamaulipas está bien y en paz’.

De regreso al desfile del Primero de Mayo en Altamira: los contingentes del SUTRA y el SITRACE fueron los primeros en llegar a la Plaza de la Constitución. Tras ellos las distintas secciones del Sindicato de Petroquímicos y de las empresas que operan en el Corredor Industrial de Altamira. Luego pasaron revista los camioneros y los empleados de las dependencias gubernamentales.

Los extrabajadores de Hules Mexicanos, una empresa que desapareció hace 35 años sin liquidar conforme a la ley a su personal, desfilaron y reclamaron justicia. Tienen tres décadas y media y nadie les ha resuelto su caso.

El grito de ellos retumbó en la plaza: ‘¿Qué queremos?’, preguntaba su líder. El resto respondía al unísono: ‘¡Justicia!’.

Ellos, los extrabajadores de Hules Mexicanos, tienen hambre y sed de justicia.

En su discurso, Américo Villarreal afirmó, antes que nada, que es un trabajador como todos.

Luego, desmenuzó el pasado neoliberal en su relación con los trabajadores: ‘Con el neoliberalismo, la base obrera perdió terreno a nivel salarial y en su representatividad’. Los obreros sufrieron una pérdida sistemática del poder adquisitivo. Eso fue lo que sucedió a partir de 1983.

Esa fue la amarga receta neoliberal: una política de contención salarial y, de paso, una campaña para desprestigiar a los obreros, vistos como enemigos de la productividad.

Algo más hizo el neoliberalismo en contra de la clase trabajadora: desbarató, desmanteló el sistema de seguridad social.

Ahora, dijo Américo Villarreal, las cosas han dado un giro de 180 grados. La Cuarta Transformación enarbola la bandera de la justicia social y, de esa forma, los salarios han recuperado parte de su poder adquisitivo. Existe una nueva política laboral en México y en Tamaulipas.

Durante su participación, frente a los contingentes sindicales, la secretaria del Trabajo, Olga Sosa Ruiz, ofreció un dato interesante: en los siete meses del gobierno de la 4T en Tamaulipas, se han generado 13 mil empleos.

Así se desarrolló, en un día soleado, el primer desfile del Día del Trabajo en los tiempos de la Cuarta Transformación en tierras tamaulipecas, con el gobernador Américo Villarreal en Altamira.

CHUCHO, CON LOS NIÑOS Y CON LOS TRABAJADORES

Con un Auditorio Municipal repleto, se celebró en grande el pasado domingo el ‘Día del Niño’ en tierras jaibas.

Chucho Nader, alcalde de Tampico, y su esposa Aída Féres, presidenta del DIF local, encabezaron el festejo para los pequeños que llegaron por miles junto a sus papás y mamás.

Cada niño recibió al llegar una bolsa de dulces, un snack y una pelota. Eso, de entrada, los hizo felices.

Luego, se rifaron regalos, los cuales, por cierto, fueron donados por empresarios tampiqueños. La sonrisa de las niñas y de los niños fue lo mejor.

Un día después, ayer, Chucho Nader estuvo en la conmemoración del ‘Día del Trabajo’ en la Federación Regional de Trabajadores del Sur de Tamaulipas.

Al concluir con la ceremonia en recuerdo de los mártires de Chicago, el presidente municipal de Tampico fue a las sedes de los sindicados de albañiles, terrestres y choferes. Ahí dialogó directo con ellos. ¿Qué tal?

Y PARA CERRAR…

El gobernador Américo Villarreal Anaya viaja hoy a la Ciudad de México.

Allá, en la capital del país, tiene agenda llena de trabajo con altos funcionarios del gabinete federal para darle seguimiento al plan de apoyo de la Federación a Tamaulipas.

El gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal, saluda a ciudadanos altamirenses, durante el desfile del Primero de Mayo.
Chucho Nader y su esposa Aída Feres durante el festejo del ‘Día del Niño’ que se realizó el domingo pasado en el Auditorio Municipal.

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