Es una realidad: Francisco García Cabeza de Vaca sufre un severo, agudo, grave trastorno de personalidad.
Desde hace tiempo necesita, con urgencia, ayuda profesional, terapia psicológica.
Aquí, en esta columna, hace dos días, lo califiqué de padecer una psicopatía por ser un manipulador egocéntrico, inestable emocionalmente, propenso a la agresividad, con un discurso plagado de tonos exagerados y grandilocuentes.
Otros columnistas con vasta experiencia y amplio conocimiento del quehacer político tamaulipeco catalogaron al exgobernador de ser un sociópata.
Ayer, en rueda de prensa, el mandatario estatal Américo Villarreal Anaya, médico de profesión, fue claro y directo: calificó de mitómano a Cabeza de Vaca.
Américo mencionó que existe un padecimiento psicológico llamado mitomanía y explicó que es la conducta compulsiva y permanente de mentir.
Eso es lo que siempre ha hecho Cabeza de Vaca: mentir de manera reiterada. Esa ha sido su forma de vida, el método perverso para alcanzar sus objetivos.
Ahora lo vuelve a hacer de manera cínica y descarada en su intento de protegerse de la acción de la justicia.
Miente para defenderse y para tratar de ocultar la verdad sobre las múltiples irregularidades detectadas en su administración, como son los escandalosos casos que están a punto de estallar en la Secretaría de Bienestar Social y en la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Comapa) de Tampico y Madero.
Cabeza de Vaca utiliza la mentira como instrumento para enfrentar su oscura realidad política y jurídica. Es su recurso para mantenerse a flote bajo la tormenta.
En uno de los capítulos del libro ‘La Psicología de la Mentira’, publicado por editorial Paidós en 2005 y escrito por José María Martínez de la Selva, catedrático de psicobiología de la Universidad de Murcia, en España, se explica por qué el ser humano miente.
La explicación del académico español describe a la perfección lo que hoy hace Cabeza de Vaca, un mentiroso compulsivo, un mitómano de toda la vida: ‘Se miente para culpar a otra persona, por no querer asumir responsabilidades, para dañar a otro o para no enfrentarse a problemas propios o de allegados’.
Eso es lo que intenta hacer el exgobernador panista tamaulipeco: trata de culpar a la actual administración estatal, no quiere asumir sus corruptelas, busca dañar la imagen del doctor Américo Villarreal y no quiere enfrentar la justicia.
Eso es lo que siempre ha intentado Cabeza de Vaca a lo largo de su trayectoria política: esconder, ocultar sus manzanas podridas.
Porque, finalmente, eso es un mitómano: un tramposo, un traidor, un tipo desleal. Alguien que juega sucio, que trata de engañar a los demás para salirse con la suya.
Ese es Cabeza de Vaca: un deleznable mitómano, un mentiroso de pacotilla.
CABEZA DE VACA ‘SE MUERDE LA LENGUA’ CON SUS TUITS
Tras la rueda de prensa que ofreció en la Ciudad de México el mequetrefe que todavía cobra como abogado de nombre Javier Coello Trejo, el exgobernador panista Cabeza de Vaca escribió un tuit: ‘Los poderosos buscan afanosamente hacer a un lado a sus opositores’.
El mensaje es una incongruencia más de Cabeza de Vaca, se mordió la lengua.
Cuando era el poderoso gobernador de Tamaulipas, no solo hizo a un lado a sus adversarios y opositores del escenario político, sino que los metió o los trató de meter a la cárcel.
Ejemplos de las fechorías cabecistas abundan a lo largo de su sexenio: quiso aprehender a Carlos Canturosas, quien tuvo, prácticamente, que exiliarse en Estados Unidos; humilló a Lety Salazar al encarcelar a una persona muy cercana a ella; intentó aplastar por todos los medios a Maki Ortiz; trató de robarle la elección y la gubernatura al doctor Américo Villarreal Anaya.
Ahora, a través de los integrantes de su primer círculo (el devaluado ‘Cacharro’ Cantú, su brother Ismael y el regiomontano Gerardo Peña) busca impedir que Chucho Nader, quien brilla con luz propia, alcance la candidatura blanquiazul a la senaduría tamaulipeca en 2024 y que tome el control político del PAN a nivel estatal.
Esa es la razón por la que nadie cree en el mensaje de Cabeza de Vaca: por incongruente e incoherente, por ‘morderse la lengua’ a cada rato.
LA COMAPA DEL TÍTERE GABRIEL GUERRA DEJÓ CÁRCAMOS COLAPSADOS
Al dar una entrevista, Pancho González, gerente general de la Comapa Sur, dijo que recibieron de la pasada administración del organismo operador de agua potable y alcantarillado docenas de cárcamos colapsados.
Eso no fue todo: la pésima gestión del títere que tiene por nombre Gabriel Guerra no les dejó presupuesto para atender esos trabajos.
No solo docenas de cárcamos se encuentran colapsados, sino muchas líneas de agua y drenaje. ¿La forma de remediar este problema? Construir líneas nuevas.
Por tanto, la política de austeridad conducirá a la Comapa Sur a manejar los recursos con suma transparencia para que alcance para todo.
Pancho González afirmó que en la Comapa de Tampico y Madero se aplica la política humanista del gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal Anaya.
ROSA MARÍA EXIGE JUSTICIA AL INM POR LA TRAGEDIA EN CIUDAD JUÁREZ
Con la trágica y espeluznante muerte de 38 indocumentados que se encontraban en la Estación Provisional a cargo del Instituto Nacional de Migración (INM) que se incendió en Ciudad Juárez, también se quemaron las últimas posibilidades de Adán Augusto López Hernández de ser candidato de Morena a la presidencia de la república.
La responsabilidad de la estación migratoria es del INM, un área que depende en el organigrama de la Secretaría de Gobernación.
Por cierto, la que exigió justicia, fue Rosa María González Azcárraga, presidenta de la Comisión de Asuntos Migratorios de la Cámara de Diputados.
Desde hace tiempo lo viene diciendo la diputada federal: los recintos migratorios no tienen las condiciones para operar como albergues, ya que en realidad son utilizados como cárceles o centros de retención.
Y PARA CERRAR…
El secretario de Turismo, Miguel Torruco Marqués, encabezará mañana jueves 30 de marzo desde la Playa de Miramar del sur de Tamaulipas la ceremonia oficial de arranque de la temporada vacacional en todo el país.
Por supuesto, ahí estará el gobernador tamaulipeco Américo Villarreal Anaya.