Rábago aparece en escena junto a Américo y Robert Fleishman

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Cuando todo indicaba que el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) perfilaba una terna de mujeres para la candidatura a la presidencia municipal de Tampico en 2024, apareció de repente en escena Alejandro Rábago, jefe de asesores del gobierno tamaulipeco.

Y no fue una simple aparición, sino una presencia por demás significativa: en la reunión que sostuvo el gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal Anaya, con el exitoso empresario tampiqueño Robert Fleishman, presidente ejecutivo de GT Global, el corporativo empresarial más grande de la entidad.

Al encuentro realizado en la oficina del mandatario estatal en el Palacio de Gobierno de Ciudad Victoria, también asistieron los ejecutivos de la compañía antes conocida como Grupo Tampico, Sergio Rodríguez Almaguer, Juan Ignacio Haces y Germán Eichelmann.

GT Global anunció ahí, en esa reunión con el nuevo gobernador del estado, su interés por invertir en la construcción de una Terminal Intermodal Logística y de un centro comercial, ambos proyectos en Altamira, el municipio que registra el más alto nivel de crecimiento económico y poblacional del sur de Tamaulipas.

Más allá de lo relevante que significa la confianza del corporativo en continuar con sus inversiones en tierras tamaulipecas, es muy importante que el empresario de mayor éxito dialogue con el doctor Américo Villarreal Anaya. Fue una reunión de altos vuelos.

Con la imagen oficial difundida por el gobierno estatal de la Cuarta Transformación, queda claro que el enlace de ese encuentro fue el tampiqueño Alejandro Rábago.

Desde el momento que Américo Villarreal ganó la gubernatura en las urnas, todos los analistas aseguraban que uno de los integrantes del primer gabinete de la 4T en la entidad sería Alejandro Rábago, hijo del exalcalde de Tampico, el contador Pepe Rábago Castillo.

Así fue: Alejandro fue designado jefe de asesores del gobierno tamaulipeco, un cargo enfocado a ‘arrastrar el lápiz’ en el escritorio y no a tener presencia en el territorio.

Con ese nombramiento, muchos consideraron que estaba prácticamente descartado para alcanzar el sueño que tiene desde joven: ser, como su padre, presidente municipal del caluroso y cosmopolita puerto jaibo.

Además, casi todos coincidían en que Morena ya perfilaba una terna de mujeres para la candidatura a la alcaldía porteña en 2024.

Esa tercia, como todos saben, está integrada por Mónica Villarreal Anaya, regidora del Cabildo jaibo; Olga Sosa Ruiz, secretaria del Trabajo del gobierno estatal; y Úrsula Patricia Salazar Mojica, coordinadora del Grupo Parlamentario de Morena en el Congreso del Estado.

Aunque ninguna de las tres ha manifestado su interés de ser alcaldesa, sus acciones y sus hechos así lo indican. Por ejemplo, en días recientes, tanto Mónica Villarreal como Úrsula Salazar Mojica rindieron sus informes de actividades, una como regidora, y otra como diputada local.

Incluso, la sobrina en segundo grado del presidente Andrés Manuel López Obrador colocó en las principales avenidas de Tampico aproximadamente 8 anuncios espectaculares con su imagen y su slogan en una virtual campaña.

Por su parte, Olga Sosa, conocida por sus frívolas actitudes como servidora pública, intensifica en redes sociales sus actividades como secretaria del Trabajo. De hecho, es la funcionaria que emite más boletines de prensa, muchos de ellos de escasa relevancia, pero está claro que su deseo es posicionarse.

Quienes la conocen afirman que si bien no pierde de vista la posibilidad de repetir como candidata a la alcaldía de Tampico (en la elección de 2021 perdió de manera estrepitosa), su real interés político se encuentra en ser nominada por Morena a la senaduría en el proceso electoral de 2024. Ese sería su principal objetivo.

Ese era el escenario que predominaba en el futuro de la 4T en tierras jaibas, pero la aparición de Alejandro Rábago en la reunión que sostuvieron el gobernador Américo Villarreal y el connotado empresario Robert Fleishman modifica la perspectiva.

Para comenzar, todos saben el peso político y económico que tiene la familia Fleishman en Tampico. Su opinión es determinante a la hora en que el partido hegemónico selecciona a su candidato a alcalde. Esto sucede a partir del ‘quinazo’, golpe letal recetado por el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari al cacique sindical Joaquín Hernández Galicia.

Por las manos de la familia Fleishman ha pasado el aval final de quienes se perfilan para ganar la presidencia municipal de Tampico, ya fuera por el PRI o por PAN – ¿lo será ahora con Morena? -. Así ha sucedido desde 1995 hasta la fecha, con el panista Chucho Nader en el poder local. La opinión de ellos, de los Fleishman es decisiva (por más que diga lo contrario Fernando Azcárraga López, un expriista venido a menos en el escenario político desde que perdió la diputación federal frente a Germán Pacheco).

Alejandro Rábago conoce a la perfección la relevancia económica y política que tiene la familia Fleishman en Tampico, la joya del sur de Tamaulipas. Su presencia en la reunión del pasado miércoles en la oficina principal del Palacio de Gobierno tiene un mensaje, el cual puede ser interpretado de diversas formas.

No obstante, a partir de ahora o, mejor dicho, a partir de ese día, nadie puede dar por descartado a Alejandro Rábago en la carrera por alcanzar la anhelada candidatura de Morena a la presidencia municipal de Tampico.

En resumen: la bendición de los Fleishman vale y vale mucho en tierras jaibas. Así lo indica la historia reciente.

SCHEKAIBAN SE DESCARTA COMO ASPIRANTE A LA ALCALDÍA

Quien se descarta como aspirante a la candidatura del PAN a la alcaldía de Tampico en 2024 es el director de Servicios Públicos del Ayuntamiento de Tampico, Pepe Schekaiban.

El funcionario, sin duda, el mejor calificado de la administración municipal que preside Chucho Nader, no quiere saber nada de temas electorales. Pepe está dedicado y enfocado al cien por ciento a su trabajo.

Por tanto, se equivocan aquellos que lo quieren meter a la lista de aspirantes blanquiazules jaibos, ya que Schekaiban solo desea seguir trabajando en lo suyo, en la estratégica área de Servicios Públicos, la que permite que Tampico brille.

MON MARÓN PROPONE QUE CONTRALORES MUNICIPALES SEAN NOMBRADOS POR LA SOCIEDAD

Quien está decidido en posicionarse como la mejor carta del PAN en Tampico rumbo al 2024 es Mon Marón y lo está haciendo con la presentación de interesantes iniciativas de ley.

Al subir a la tribuna del Congreso del Estado, el legislador jaibo propuso que el Contralor de un Ayuntamiento sea designado mediante una consulta en la que participe la sociedad civil.

Lo que busca Mon Marón con su iniciativa de ley es que la Contraloría de un gobierno local en verdad sea autónoma, que ya no dependa del alcalde y, por tanto, garantice el manejo transparente de los recursos públicos.

En caso de ser aprobada por el pleno del Congreso de Tamaulipas, las próximas administraciones municipales contarían con un Contralor electo a través de una consulta ciudadana. ¿Qué tal? De seguro, más de un presidente municipal va a levantar la ceja.

Y PARA CERRAR…

Tal como se comentó hace unos días en esta columna, el doctor Américo Villarreal asistió ayer a la toma de protesta de Salomón Jara Cruz como gobernador de Oaxaca.

Ahí estuvieron también Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno de la Ciudad de México; Cuitláhuac García, gobernador de Veracruz; y Mara Lezama, gobernadora de Quintana Roo.

Leticia Ramírez, secretaria de Educación Pública, acudió a la ceremonia oficial en representación del presidente Andrés Manuel López Obrador.

De izquierda a derecha: Alejandro Rábago, Germán Eichelmann, Robert Fleishman, Américo Villarreal Anaya, Juan Ignacio Haces y Sergio Rodríguez Almaguer.

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