Tal como lo dijo el gobernador Américo Villarreal Anaya, los acuerdos son para respetarse. Así debe ser.
Eso fue lo que sucedió finalmente con el trasvase de 200 millones de metros cúbicos de agua de la presa ‘El Cuchillo’, ubicada en Nuevo León, a la presa ‘Marte R. Gómez’, situada en Tamaulipas. Se respetó lo que dicta el convenio suscrito en 1996.
El gobierno federal tuvo que entrar al quite para determinar que existían las condiciones para que el agua de la presa neolonesa se transfiriera a tierra tamaulipeca en apoyo de los productores del campo fronterizo del Distrito de Riego 026.
Adán Augusto López Hernández, secretario de Gobernación, lo comentó con toda claridad: el asunto era evitar un pleito de hermanos, de tamaulipecos y neoloneses. Con un trabajo fino, técnico y estadístico, se logró el objetivo.
La ausencia de Samuel García en el evento realizado ayer en Ciudad Victoria revela mucho de su personalidad: se declaró ganador de un tema en el que el verdadero beneficiado es la región noreste del país.
Esto no era un juego, nunca lo fue. Esto es algo muy serio: el abastecimiento de agua tanto para la población de la zona metropolitana de Monterrey como para los productores del campo de las zonas de riego de Mier, Miguel Alemán, Díaz Ordaz, Camargo, Reynosa y Río Bravo.
Parece ser que Samuel García ya olvidó la mano que le dio la Federación a finales de agosto pasado cuando se anunció un plan de infraestructura para resolver la falta de agua en la zona metropolitana de Monterrey.
En esa ocasión, con la presencia del presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, informó la construcción del acueducto ‘Cuchillo Dos’, con el que se va a duplicar el abastecimiento de la presa ‘El Cuchillo’, la que abastece de agua a Monterrey, la que cuenta, junto con los municipios que integran su zona metropolitana, con más de 5 millones de habitantes.
Ese proyecto, el ‘Cuchillo Dos’, estaba contemplado desde 1996. Sin embargo, nunca hubo voluntad política y, sobre todo, dinero para concretarlo. Ahora, en un convenio que señala que la Federación y Nuevo León van a mitades, el proyecto será una realidad.
Esa es tan solo una de las obras que construirá el gobierno federal en apoyo a Nuevo León en los próximos dos años. Una de esas obras es la presa ‘Libertad’.
Samuel García, ‘el gobernador tik tok’, se puede dar por servido, pero es un exceso de mal gusto su celebración en el tema del trasvase, una más de sus frívolas poses.
La personalidad del gobernador de Tamaulipas es distinta. Américo Villarreal Anaya es un hombre maduro, serio, discreto, ajeno a la estridencia y la mercadotecnia barata. Respeta las instituciones. Agradece el apoyo federal para solucionar un problema que afectaba seriamente a los productores del campo de la frontera tamaulipeca.
Además, se sintió de inmediato el respaldo de la Cuarta Transformación al nuevo gobierno de Tamaulipas. Tal como se reflejó en el presupuesto, ahora la Federación, a través de la Comisión Nacional del Agua, ordenó el trasvase de 200 millones de metros cúbicos a la presa ‘Marte R. Gómez’.
La presencia de Adán Augusto López Hernández en Ciudad Victoria es reflejo de la prioridad que tiene Tamaulipas desde el primero de octubre para el gobierno federal.
Por supuesto, el secretario de Gobernación también se encuentra en campaña, pero ese tema se desmenuzará aparte.