Hoy, Claudia Sheinbaum hará historia

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Claudia Sheinbaum es más que la heredera política del presidente Andrés Manuel López Obrador, es hija del movimiento estudiantil de 1968, es una descendiente directa de una izquierda combativa.
Una imagen describe a la perfección su formación ideológica, su origen e identidad: primer minuto del miércoles 28 de enero de 1986, una joven integrante del Consejo Estudiantil Universitario (CEU) sostiene, de un extremo, la bandera de huelga en la torre de Rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Esa joven, de pelo ensortijado, era Claudia Sheinbaum.
Ella era una estudiante de altas calificaciones de la Facultad de Ciencias.
Pero no solo era una muy buena estudiante, también practicaba, desde niña, ballet, clases que tomaba por las tardes, siempre en busca de unas horas libres.
Eran los tiempos en que Jorge Carpizo, entonces rector, intentó una reforma en la UNAM, una reforma neoliberal que tenía por objetivo central incrementar las cuotas.
La reforma, un adelanto de lo que vendría en los siguientes sexenios, los del PRIAN, con un modelo económico tecnocrático dictado por el Banco Mundial, fue rechazado por un rebelde y sólido grupo de estudiantes que rememoraron el movimiento del 68, con una notable diferencia: se alzaron con el triunfo.
Fue, sin lugar a dudas, una contundente victoria de la izquierda, una señal de lo que sucedería dos años después, en la convulsa elección presidencial de 1988.
Efectivamente, el vínculo político se había establecido. También eran los tiempos en que Cuauhtémoc Cárdenas había creado la Corriente Crítica para, finalmente, romper con el PRI.
Uno de los primeros encuentros que sostuvo Cuauhtémoc Cárdenas con esa corriente izquierdista juvenil gestada en la UNAM se llevó a cabo en la casa de Claudia Sheinbaum, cuando ella vivía en una vecindad en San Jerónimo, en la Ciudad de México.
Ahí, en su casa, se organizó la visita que realizaría el hijo del general Lázaro Cárdenas como candidato presidencial del Frente Democrático Nacional a la presidencia de México. El evento fue multitudinario. El arcaico régimen priista comenzaba a agrietarse. El día de la elección, el 6 de julio, se cayó el sistema.
En ese año, en 1988, Claudia Sheinbaum se tituló como licenciada en Física, con mención honorífica. Dos años después, obtuvo la maestría en Ingeniería Energética.
Luego, se convertiría en la primera mujer en cursar el doctorado en Ingeniería Energética.
Estudiar ese doctorado la llevó a una estancia de investigación en el Laboratorio Nacional de Berkeley, en California, Estados Unidos en 1991.
Corría la mitad del sexenio de Carlos Salinas de Gortari y el entonces presidente gestionaba la firma de un Tratado de Libre Comercio con los gringos, con la América del Norte, bajo los estándares de una triunfal economía global tras la caída del Muro de Berlín.
En una visita a la Universidad de Stanford, Carlos Salinas se topó con una protesta de estudiantes mexicanos, entre ellos, una jovencita, que portaba una pañoleta en el pelo y que alzaba con los dos brazos una pancarta que expresaba: ‘Fair Trade and Democracy Now’ (‘Comercio Justo y Democracia Ahora’).
La fotografía de la protesta fue publicada por la revista Proceso en octubre de 1991. La imagen quedaría para la historia: desde entonces, Claudia Sheinbaum cuestionaba a Salinas de Gortari.
Esos capítulos de la interesante vida política de la doctora Sheinbaum sucedieron antes de que conociera a Andrés Manuel López Obrador, antes de que en el año 2000 AMLO la invitara, en una reunión que sostuvieron en el restaurante Sanborns de San Ángel, para que se hiciera cargo de la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México, una invitación que ella aceptó con gusto.
Es decir, Claudia Sheinbaum tiene un origen de izquierda, una identidad ideológica proveniente de sus padres, Carlos Sheinbaum y Annie Pardo, quienes tuvieron una entrañable relación de amistad con Raúl Álvarez Garín, uno de los líderes del movimiento estudiantil de 1968, al que visitaban y llevaban de comer mientras estuvo preso en Lecumberri.
Como ella comentó en una entrevista para el libro ‘Claudia Sheinbaum, presidenta’ (escrito por el periodista Arturo Cano), en su casa ‘se hablaba de política en el desayuno, en la comida y en la cena’.
Con esa formación, con ese sello familiar, con esa identidad política, Claudia Sheinbaum se convertirá hoy en la primera mujer en alcanzar la presidencia de México al ganar la elección en las urnas con la bandera del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
Hoy, 2 de junio de 2024, Claudia Sheinbaum hará historia.
 
Y PARA CERRAR…
Morena deberá ganar también hoy las tres alcaldías del sólido sur tamaulipeco. Ese es el pronóstico: Mónica, Erasmo y Armando se llevarán el triunfo.
Lo mismo sucederá con Olga Sosa y José Ramón Gómez Leal: ellos ganarán sin problemas las senadurías de Tamaulipas…
¿Y Eugenio Hernández? Hizo una buena campaña, pero… el Partido Verde es una franquicia que carece de estructuras a lo largo y ancho del estado, raquítica en su conexión con la sociedad y los votantes potenciales.
Por tanto, Geño no alcanzará la senaduría de primera minoría, la que será para la panista Imelda Sanmiguel.
Por supuesto, en una democracia se gana y se pierde… en ese sentido, habrá que esperar con paciencia los resultados después de las seis de la tarde.
 Claudia Sheinbaum Pardo. Hoy hará historia, será la primera mujer en ocupar la silla del águila, la presidencia de México.

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