Sabrina, la revelación de la campaña

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Un día, semanas antes de que iniciara la campaña electoral y mientras convivían en familia, Adriana Chávez, madre de Sabrina Morales, le preguntó a su hija: ‘¿Y si hacemos una canción?’.
Sabrina, quien ya se había inscrito para buscar la candidatura de Morena a la diputación local por el Distrito 22, respondió entusiasmada: ‘Sí’.
Hombre al fin, reflexivo y, a la vez, reacio ante ‘el qué dirán’, José Martín Morales, padre de Sabrina, comentó que tal vez no era conveniente hacer eso, componer y grabar una canción.
Sin embargo, en estos tiempos, el poder femenino se impone no solo en las urnas, sino también en las casas y en las decisiones familiares: madre e hija decidieron seguir adelante con la idea.
Fue cuando buscaron al productor y cantante Herzog Hernández. Le expusieron la idea y le explicaron la esencia del mensaje, es decir, no se trataba de una canción que hablara de política, sino de lo que busca Sabrina al participar en la escena política.
Madre e hija, Adriana Chávez y Sabrina Morales, escribieron la canción. Herzog Hernández compuso la música. Además, la candidata morenista a diputada local fue la intérprete, la cantó. El resultado fue exitoso de acuerdo a los estándares de la comunicación digital: ‘Unidos sí’, una rola cuyo video tuvo un millón 200 mil vistas en Instagram y más de 200 mil vistas en la plataforma de You Tube.
Nacida el 1 de julio de 1997, Sabrina Morales tiene una liga especial con la música, el baile y el canto: desde que era una niña, a la edad de 3 años, baila ballet clásico. Desde pequeña también aprendió a tocar el piano.
Con esa alma musical que lleva por dentro, la joven candidata a diputada local es una típica oriunda del signo zodiacal cáncer: alegre, jovial, muy social y empática.
Esa forma de ser la llevó a la actividad política en 2021 cuando el dirigente estatal del Partido Verde en Tamaulipas, Manuel Muñoz Cano, la invitó a integrarse a ‘El Tucán’.
Inicialmente, la propuesta era que Sabrina se hiciera cargo de la red de jóvenes del partido. Sin embargo, las circunstancias dieron un giro y ella se convirtió en la presidenta más joven de un comité local de un partido político en todo el estado.
Ocupar esa posición de liderazgo le permitió hacer lo que tanto le gusta hacer: tener contacto con la gente en las colonias y llevar ayuda a las personas que se encuentran en una situación de vulnerabilidad.
De hecho, por eso surgió la invitación de sumarse al Partido Verde: cuando apenas era una estudiante de la licenciatura en Innovación y Dirección de Negocios en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), ella ya llevaba donativos y despensas a los que menos tienen.
En ese tiempo comenzó a publicar las fotos y videos de la labor altruista que realizaba en las redes sociales. En Facebook tenía 8 mil amigos que seguían sus actividades.
Por supuesto, algunos la criticaban con acidez y dureza, pero otros la ayudaban a juntar más alimentos y artículos para la gente de escasos recursos.
Así, de esa forma, Sabrina Morales construyó un liderazgo social que la condujo a la política, primero al Partido Verde y, posteriormente, al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
Es el momento en que puntualiza el por qué se identifica con el partido guinda, con Morena, con la 4T: su visión humanista. Lo tiene claro: el humanismo del presidente Andrés Manuel López Obrador es el camino a seguir. Ante todo, primero los pobres.
Al llegar la elección por la gubernatura de 2022, Sabrina conoció a Mónica Villarreal Anaya, quien era la coordinadora de la campaña de su hermano, el doctor Américo Villarreal, en la zona sur.
Sabrina y Mónica hicieron química de inmediato. Desde el Verde, contra viento y marea, la joven puso su granito de arena en la victoria de Américo y de la coalición ‘Juntos Hacemos Historia’.
Ahora, en la elección de 2024, la que se decidirá el próximo domingo 2 de junio, Mónica y Sabrina son fórmula electoral. Mónica es la candidata de Morena a la presidencia municipal de Tampico y Sabrina a la diputación local por el Distrito 22, el distrito local con el voto duro del PAN más firme en tierras tamaulipecas.
No obstante, Sabrina no se espanta ante el reto. Al contrario, lo asume con valentía. Ella, con una amplia sonrisa que define su rostro de ‘niña bien’, expresa su confianza y su optimismo en ganar.
– ¿Qué pasa si pierde la elección? -, pregunta el reportero y columnista.
– ‘Mi trabajo no se detiene aquí. Yo no me voy a detener por una elección. Tengo muy clara mi misión’-, responde una candidata que no deja de sonreír a pesar de la complicada tarea electoral que tiene frente a sí.
– Tiene mucha confianza en ganar -, plantea el autor de esta columna.
– ‘Mucha’ -, contesta la jovencita de apenas 26 años de edad tras darle un sorbo a su café.
La misión social y política de Sabrina Morales apunta más alto, en el futuro… mientras tiene el enorme reto de las urnas el próximo e histórico domingo.
Gane o pierda, a juicio de esta columna, de este espacio periodístico, Sabrina es la revelación de la campaña.
 
Y PARA CERRAR…
Un dato adicional sobre Sabrina Morales y su familia: su abuelo, el ingeniero José Martín Morales (mismo nombre que su padre), fue el fundador de la exitosa constructora MORCASA, una empresa que desarrolló múltiples proyectos de vivienda en las décadas de los setentas, ochentas y principios de los noventas.
Durante los 45 días de campaña, abuelo y nieta siempre estuvieron en contacto con charlas que se extendían por más de media hora entre los eventos y los recorridos, compartiendo ideas y sugerencias.
La familia de Sabrina Morales es, como se observa, muy unida.
Sabrina Morales, de apenas 26 años de edad, candidata de Morena a la diputación local por el Distrito 22, con cabecera en Tampico.

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