Tal como ha sido toda su vida, desde su descarriada juventud hasta su edad adulta, Francisco García Cabeza de Vaca se quiere pasar de listo una vez más: va a proponer a su esposa Mariana Gómez Leal como candidata de la coalición ‘Fuerza y Corazón por México’ a la primera fórmula de la senaduría tamaulipeca.
Se trata, como suele suceder con el exiliado exgobernador, de un agandalle, de un abuso, de un acto de prepotencia, de una franca burla.
Así es: Cabeza de Vaca, que siempre juega para sus intereses personales y familiares, se burla de su propio partido, el PAN.
Pero también se pitorrea del PRI y, por supuesto del PRD, partidos a los que siempre trató con desprecio y recelo. Basta recordar que a los priistas los amenazó y los quería meter a la cárcel apenas asumió el poder de la entidad en octubre de 2016.
De hecho, metió a prisión -por un delito que no cometió- al principal referente del priismo victorense del siglo 21: Eugenio Hernández Flores.
¿Hasta cuándo los priistas van a soportar el desdén, la soberbia y el abuso de Cabeza de Vaca?
El exgobernador no solo trata con menosprecio a los priistas y a los perredistas. Al proponer a su esposa Mariana Gómez Leal como candidata de la alianza ‘Fuerza y Corazón por México’ al Senado, también menosprecia a los panistas, en particular, a quienes siempre se la han jugado con él.
Más que un menosprecio, se trata de una vil traición, de una puñalada trapera como las que suele dar el oscuro personaje que se la pasa entre Dallas, Houston y McAllen, Texas.
Cabeza de Vaca traiciona, para comenzar, a su propio hermano Ismael.
Así es: Ismael se veía repitiendo en la Cámara Alta contra viento y marea siendo el candidato de la primera fórmula de la alianza PAN, PRI y PRD.
Sin embargo, su ‘querido’ carnal, su ‘brother’, lo sacrificó. Aquí no hay ‘hermandad’ que valga.
También traiciona a Imelda Sanmiguel, quien, sabiendo que iba a perder, compitió en la elección extraordinaria de principios de este año con la promesa de volver a ser candidata a la senaduría tamaulipeca en 2024.
Pues, como suele pasar con Cabeza de Vaca, incumplió su promesa y su compromiso político con la diputada local Imelda Sanmiguel, que, además, lo ha defendido a capa y espada con su valioso voto en las ríspidas votaciones en el Congreso del Estado.
Imelda, dama respetable, no merece ese trato.
¿A quiénes más traiciona Cabeza de Vaca?
Traiciona, obvio, a ‘El Truco’.
César Verástegui Ostos aspiraba a ser senador en 2024 después de buscar de manera fallida la gubernatura el año pasado.
Así le paga Cabeza de Vaca a su amigo ‘El Truco’… con un engaño más, con una humillación más.
¿Y qué tal el trato que ha recibido el ‘leal’ Gerardo Peña Flores del exgobernador panista? Gerardo tendrá que conformarse con regresar al Congreso del Estado y, desde ahí, seguir defendiendo a su ‘jefe’, a su ‘patrón’, a su ‘padrino’ político, sin posibilidad de aspirar a algo más, a ser un obediente lacayo.
Si por méritos políticos se tratara, todos en Tamaulipas, desde Nuevo Laredo hasta el sólido sur, saben que esa candidatura, la del PAN en alianza con el PRI y el PRD a la senaduría, debería ser para Chucho Nader, el alcalde de Tampico.
De acuerdo con algunas proyecciones reales, Chucho podría hacer ganar a la alianza opositora en Tamaulipas en la elección por las dos senadurías.
No obstante, Cabeza de Vaca le cerró el camino en el Comité Ejecutivo Nacional del PAN. ¿Cuánto dinero repartió en esos altos niveles blanquiazules el exgobernador para convencerlos que la mejor propuesta es su esposa Mariana Gómez Leal? Nadie sabe, nadie supo.
De concretarse la postulación de la esposa de Francisco García Cabeza de Vaca a la senaduría por la coalición ‘Fuerza y Corazón por México’, eso significaría también que el exgobernador ya perdió la oportunidad de ser candidato plurinominal a senador o… ¿acaso Marko Cortés y ‘Alito’ van a permitir que un matrimonio llegue al Senado? ¡Eso sería un descaro!
También se abre un escenario que no es benéfico en términos políticos para Tamaulipas: dos hermanos, Mariana Gómez Leal, del PAN; y José Ramón Gómez Leal, de Morena, podrían ser senadores de la república en la misma Legislatura.
Ojalá y en Morena anoten esa posibilidad, algo que no sería sano para la democracia tamaulipeca. Una familia no debe acumular posiciones tan relevantes de poder porque eso distorsiona el juego y la competencia política entre los partidos. Mucho cuidado con lo que puede suceder rumbo a 2028.
Una pregunta al respecto: ¿Mario Delgado, presidente nacional de Morena, seguirá viendo de ahora en adelante con los mismos ojos a su nuevo amigo José Ramón Gómez Leal, mejor conocido como ‘JR’?
¿CÓMO QUITARSE DE ENCIMA LA PROPUESTA SENATORIAL DE CABEZA DE VACA?
¿PRI, PRD y los panistas auténticos, los reales, los tradicionalistas, los que en verdad creen en los postulados y los principios de Manuel Gómez Morín, se van a quedar de brazos cruzados ante el abuso que pretende cometer Cabeza de Vaca?
No lo deberían hacer. Deben hacer un frente común contra los cuernos vacunos.
Para comenzar, el exgobernador está en el exilio. Tiene miedo de venir a México, tiene pavor de cruzar la frontera. Sabe lo que le espera: la cárcel.
Como seguramente Marko Cortés fue ‘convencido’ -en el barrio dicen que fue comprado- por Cabeza de Vaca, es muy probable que la señora Mariana Gómez Leal sea candidata a senadora.
¿Qué hacer entonces? Priistas, perredistas y panistas auténticos deberán cruzarle el voto a la propuesta cabecista en la elección por la senaduría en 2024.
Pueden cruzar el voto a favor de Morena o por… Movimiento Ciudadano.
Por MC, Maki Ortiz y Gustavo Cárdenas ya colocaron su carta sobre la mesa: Andrea García, quien fuera suplente de la doctora en el senado y, por ello, cuando Maki pidió licencia para ser alcaldesa de Reynosa, asumió como senadora de 2015 a 2018.
Ese es el antídoto contra el cabecismo en 2024: cruzar el voto en su contra en las urnas en 2024. Mandarlo a volar por la vía democrática.
Esperemos que priistas, perredistas y los panistas auténticos y tradicionalistas se animen y le pongan un ¡ya basta! al gandalla de Cabeza de Vaca, un tipo que quiere espantar con el petate del exiliado.