Doce años y dos meses después, ‘el puente roto’, símbolo de la corrupción y la negligencia del sexenio calderonista, ya es historia.
Ahora inicia la etapa del ‘puente de la esperanza’, construido en la época de la Cuarta Transformación con una inversión de 239 millones de pesos.
‘El puente roto’ fue una obra mal hecha, muy mal planeada: al no contar con pilotes individuales, registró fallas en su cimentación. La compactación fue lo peor.
Incluso, el error en la construcción vino de origen: en un área donde existieron lagunas, nunca se hicieron los elementales estudios de mecánica de suelos.
Fue un monumento a la ineficacia, una descarada irresponsabilidad que, hasta el momento, no tiene castigo. Fueron 140 millones de pesos tirados a la basura.
¿Dónde está el constructor que estuvo a cargo de la obra? Anda libre, sin sanción alguna, como si nada hubiera sucedido. ¿Devolvió el dinero al gobierno federal? Hasta donde se sabe, no ha devuelto un solo peso. La impunidad vuelve a hacer de las suyas en este pobre país.
Sobre lo que sucedió, una cínica corruptela, una vergonzosa estampa del ebrio poder del calderonismo, nadie quiso hablar en su momento. La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) de Felipe Calderón siempre guardó sepulcral silencio.
Con el mentecato Enrique Peña Nieto, el hermetismo se mantuvo. Incluso, los medios de comunicación que se dicen nacionales – los que recibieron miles de millones de pesos en esos dos sexenios- nunca tocaron el tema.
Ahí, en el kilómetro 30+880 de la carretera Tampico-Mante, en Altamira, ‘el puente roto’ ya fue demolido. Los trabajos de la construcción del ‘puente de la esperanza’ ya comenzaron.
La nueva obra tiene un plazo para su construcción: 259 días.
Es decir, casualmente, ‘el puente de la esperanza’ deberá estar listo y abierto a los automovilistas en la época de las intensas campañas electorales del 2024, antes de la jornada de la votación del 2 de junio.
Esperemos que ahora sí, este paso a desnivel sea bien construido y cumpla con su función de mejorar la conectividad en un punto estratégico para el puerto industrial de Altamira.
Con un recorrido de supervisión a la obra, el gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal Anaya, destacó la importancia del nuevo puente.
‘En Tamaulipas se acabó la corrupción, la deshonestidad’, dijo en referencia a la demolición del ‘puente roto’. ‘Estamos comenzando a vivir los cambios’, subrayó. ‘No les vamos a fallar’, puntualizó.
Pero más allá de lo que representa ‘el puente de la esperanza’ en el sexenio de la Cuarta Transformación tamaulipeca, la presencia del doctor en la zona sur dejó la señal de que arranca una nueva fase de su gobierno.
Américo Villarreal estuvo acompañado de los tres alcaldes de la zona metropolitana del sur: Armando Martínez, de Altamira; Chucho Nader, de Tampico; y… Adrián Oseguera, de Ciudad Madero.
Así es: el abrazo y el saludo entre el mandatario estatal y el presidente municipal maderense fue afectuoso. Eso llamó la atención de los analistas y observadores. Es tiempo de que hablen de lo que viene.
Por la tarde, incluso, en una visita al hospital civil de Madero, juntos, Américo y Adrián, entregaron equipo y recorrieron algunas de las áreas del nosocomio.
Aquí, en esta columna, se comentó en días pasados que el gobernador del estado recorrerá las distintas regiones tamaulipecas y siempre estará acompañado de los alcaldes… algo que no sucedía en el sexenio pasado, donde la soberbia y la prepotencia de Cabeza de Vaca era la constante, la actitud diaria.
Además, el intenso recorrido que realizará Américo por la entidad se registrará en un contexto especial: el primer año de su gobierno está a pocas semanas de cumplirse…
Claro, tampoco se debe perder de vista que en septiembre comienzan, en términos jurídicos y constitucionales, los procesos electorales 2023-2024, tanto el estatal, como el federal, por lo que la actividad política se intensificará.
Por tanto, el doctor Américo Villarreal tendrá que hacer política, mucha política… con el sello y la visión de la 4T. Es la hora de mostrarse más cercano a la gente, de dejar un poco el escritorio para centrarse en el territorio.
Se reitera: es tiempo de hacer política… sobre todo si quiere ganar la mayoría calificada del Congreso del Estado (asunto crucial para fortalecer su mandato) y mantener en manos morenistas las principales ciudades del Nuevo Santander.
ROSA MARÍA GONZÁLEZ AZCÁRRAGA EN LA PLENARIA DE LOS DIPUTADOS FEDERALES PANISTAS
Quien está ya en San Miguel de Allende, Guanajuato, es la diputada federal panista tampiqueña Rosa María González Azcárraga.
Allá, en ‘El Bajío’, se realiza la reunión plenaria para los trabajos del primer periodo ordinario del tercer año de la 65 Legislatura.
Luego de tomarse la fotografía oficial del evento, los diputados federales del PAN asistieron a su primera conferencia de la plenaria. El caricaturista Paco Calderón, del diario Reforma, fue el ponente. Obvio, se lanzó de lleno en contra de la 4T y del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Hoy abrirán actividad los blanquiazules con la agenda parlamentaria a cargo del coordinador del Grupo Parlamentario de Acción Nacional en San Lázaro, Jorge Romero Herrera, quien, por cierto, ya se perfila para ser el sucesor de Marko Cortés, en la presidencia nacional del partido. Ese relevo se dará en octubre o noviembre del próximo año.
La conferencia final del día es la más ‘interesante’: José Ángel Gurría, tecnócrata consumado y supuesto tampiqueño (ja, ja, ja, ja), hablará ante los diputados federales panistas.
Como se sabe, José Ángel Gurría, exsecretario de Hacienda en el sexenio de Ernesto Zedillo, tiene la tarea de elaborar el proyecto de gobierno del Frente Amplio por México.
Gurría, bautizado como ‘El Ángel de la Dependencia’ y quien tuvo el sueño guajiro de ser candidato presidencial en 2024, es uno de esos neoliberales ‘old fashion’ que se quedó en los tiempos del Consenso de Washington. Nomás no entiende que los tiempos ya cambiaron. Es increíble que el PRIAN lo tenga de gurú. ¡No, bueno!
Y PARA CERRAR…
Al gobernador Américo Villarreal lo recibieron con porras y pancartas de apoyo en Altamira en el evento del ‘puente de la esperanza’. El alcalde Armando Martínez estaba más sonriente que nunca y más cuando el doctor le alzó el brazo en señal de reconocimiento.
Armando va viento en popa en tierra altamirense.
Por su parte, Chucho Nader mostró que lleva una excelente relación política e institucional con Américo Villarreal. Juntos recorrieron el nuevo hospital del ISSSTE que se encuentra en construcción en la zona norte de Tampico.
