Las once cuartillas de AMLO en la sucesión presidencial

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Lo sucedido ayer en la sesión extraordinaria del Consejo Nacional de Morena fue parafernalia pura, una escena teatral, la lectura de un guion ya establecido.

El libreto -literal- fue presentado hace una semana, justo en aquella cena realizada en el restaurante ‘El Mayor’, ubicado arriba de la Librería Porrúa, en el centro histórico de la Ciudad de México.

Ahí, en ese lugar, en esa reunión convocada por el que manda, las reglas y los tiempos quedaron definidos.

Esa noche, el presidente Andrés Manuel López Obrador llegó con once cuartillas en la mano: era el boceto o, mejor dicho, era prácticamente la convocatoria que establecía las reglas de la sucesión.

El señor de Palacio Nacional leyó las once cuartillas a todos los presentes.

Sí, todos, con atención, tanto ‘las corcholatas’ como los gobernadores morenistas, escucharon al presidente.

Hubo una maniobra más del presidente, la última de la noche, la que selló el compromiso: las cuatro ‘corcholatas’ firmaron el documento.

Así es: los cuatro aspirantes suscribieron el texto que leyó el fundador del Movimiento de Regeneración Nacional, el político más popular del país, el hombre fuerte de la Cuarta Transformación.

Nadie respingó, nadie cuestionó, nadie se opuso.

Con su firma, las cuatro ‘corcholatas’ dieron su aprobación a las reglas del juego de la sucesión presidencial. Los cuatro obedecieron sin chistar.

Desde ese momento, desde esa cena en el restaurante ‘El Mayor’, Marcelo Ebrard renunció al derecho de ‘pataleo’.

Marcelo ya no tiene espacio para un ‘berrinche’ como el que escenificó su tutor, su padrino político, Manuel Camacho Solís, en la sucesión de 1994, cuando criticó la designación de Luis Donaldo Colosio como candidato.

Con su firma, Ebrard avaló la línea, la decisión del presidente Andrés Manuel López Obrador… ‘lo que diga su dedito’.

Los cuatro aspirantes aceptaron las reglas del juego: cinco encuestas para definir a la candidata o al candidato; un periodo de precampaña de poco más de dos meses por todo el país; que no hubiera debates ni descalificaciones entre ellos; y que no concedieran entrevistas a los medios conservadores, reaccionarios y adversarios de la 4T.

También aceptaron la fecha propuesta para ‘el destape’… bueno, para que se revele el resultado de las encuestas y, por tanto, de quién será la candidata o el candidato presidencial de Morena: el miércoles 6 de septiembre.

Marcelo Ebrard, Adán Augusto López Hernández, Ricardo Monreal y Claudia Sheinbaum firmaron al final de las once cuartillas leídas por el presidente durante la cena de hace una semana.

¿Lo de ayer, lo que ocurrió en la sesión extraordinaria del Consejo Nacional de Morena? Parte del show de la sucesión presidencial, una puesta en escena, una pasarela que sirvió para la fotografía y para dar testimonio del arranque formal del juego por el poder.

¿Alguien tiene duda de quién manda en México?

El presidente Andrés Manuel López Obrador tiene el control pleno de la sucesión… y las reglas están hechas para que Claudia Sheinbaum se convierta en la primera mujer en llegar a la presidencia de la república.

Y PARA CERRAR…

Lo que dijo Chucho Nader el jueves pasado en el Casino Tampiqueño sobre la continuidad blanquiazul en tierras jaibas no pasó desapercibido en Morena.

Todo lo contrario, tomaron puntual nota, tanto a nivel estatal como en la capital del país.

La 4T también quiere ganar Tampico… y los morenistas van a hacer todo lo que se encuentre en sus manos para llevarse la victoria en la ciudad de las jaibas.

Las cuatro ‘corcholatas’ y los dos invitados a la pasarela de la sucesión. De manera simbólica, Claudia Sheinbaum aparece al centro de la fotografía. Es la única mujer que participa en la contienda interna de la 4T y es… la favorita.

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