Apenas y comenzó a circular por las redes sociales de la ciudad de las jaibas la imagen con la frase ‘Tampico se pinta de Rosa’, se desató una intensa interacción ciudadana por la vía digital.
Algunos se preguntaron lo elemental: ¿A quién se referían? ¿De qué se trataba?
Por supuesto, se trata de la ofensiva política de la diputada federal Rosa María González Azcárraga de ir con todo por la candidatura del PAN a la presidencia municipal de Tampico.
Al igual que Mon Marón, legislador local, y que Pepe Schekaibán, director de Servicios Públicos del Ayuntamiento porteño, Rosa María González Azcárraga ya recibió la señal de que se debe mover lo más posible para alcanzar la nominación blanquiazul a la alcaldía de Jaibolandia.
Para lograr el objetivo hacia la elección de 2024, tiene tres meses y algunos días (antes de que inicie el siguiente periodo de sesiones en la Cámara de Diputados) en los que intensificará su actividad a lo largo y ancho de Tampico.
Una de sus estrategias será visitar tres colonias tampiqueñas al día desde la próxima semana hasta concluir agosto. Será un auténtico maratón.
Además, comenzará a sostener una serie de reuniones con cada uno de los organismos empresariales del sur de Tamaulipas a fin de explicarles lo que ha hecho en el Congreso de San Lázaro con un mensaje centrado en cómo se ha tratado de detener la ola de reformas emprendidas por la Cuarta Transformación en materia legislativa.
Desde la perspectiva del bloque opositor, en que Acción Nacional es figura central, las iniciativas cocinadas por la 4T ponen en riesgo a múltiples sectores productivos.
Esas reformas, muchas aprobadas al vapor, se encuentran en litigio por medio de controversias constitucionales. Como ya lo hemos visto, la actuación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en esa discusión será decisiva.
Eso será parte de lo que Rosa María González Azcárraga va a exponer tanto a los organismos empresariales como a las asociaciones ciudadanas del sólido sur tamaulipeco en un intento por movilizar a la sociedad civil de cara al crucial proceso electoral de 2024.
La meta, se reitera, es la candidatura del PAN a la presidencia municipal de Tampico. Ella tiene una ventaja sobre sus dos compañeros de partido y competidores: el factor de género. Es la única mujer que compite por la nominación.
Un factor más juega a su favor: Ha ganado dos elecciones, una en el plano local y otra, más complicada, pero finalmente superada, en la escena federal.
Llegar al Congreso de San Lázaro también le ha dejado una serie de experiencias y, sobre todo, de relaciones políticas que un diputado local o un director de un área de una administración municipal no tienen.
Un ejemplo: Rosa María González Azcárraga lleva una excelente relación con el presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, el experimentado Santiago Creel, quien es el aspirante más firme para ser el candidato del PAN, en alianza con el PRI y el PRD, a la presidencia de la república. Eso cuenta mucho a la hora de tomar las decisiones.
Como presidenta de la Comisión de Asuntos Migratorios, el aprendizaje de la diputada federal tampiqueña ha sido intenso. Con la ola y la crisis que viven los migrantes (un fenómeno global, por cierto), la legisladora ha estado atenta, día con día, de una problemática social que involucra directamente a los gobiernos de México y Estados Unidos, así como de países de Centroamérica y Sudamérica.
En ese contexto, la Comisión de Asuntos Migratorios es una de las diez comisiones más productivas de la Cámara de Diputados.
Por esa razón, porque los temas que ahí se analizan y se discuten son de sumo interés para la agenda binacional, la diputada federal tampiqueña estará el martes y miércoles próximos en el Congreso. En la agenda se encuentran algunos asuntos pendientes como la aprobación del informe semestral de la Comisión y el planteamiento de una iniciativa de un legislador morenista sobre ‘el desplazamiento forzado’ que sufren los migrantes.
Tampico… ¿se pintará de Rosa? Ya lo veremos, existen muchos factores en juego, pero lo que es un hecho es que Rosa María González Azcárraga ya tiene trazado el objetivo de ser la candidata del PAN a la presidencia municipal de Tampico.
Y PARA CERRAR…
Lo que acaba de suceder con el equipo del Tampico-Madero de la ‘Liga Premier’ de la Segunda División confirma que el fútbol mexicano es dominado por una mafia.
Sí, por una auténtica mafia, por un grupo de capitalistas que no quieren soltar ‘el balón’, por un grupo de ‘empresarios’ que se apropió de un deporte espectáculo y de un negocio que debería incluir a todos los que se han ganado el derecho, alcanzando un campeonato en la cancha, de participar.
Una muestra más de que en este país unos cuantos deciden a su capricho y antojo.
El tal Alejandro Irarragorri, presidente del Grupo Orlegi, quien se fue muy molesto con Tampico y con el pasado gobierno estatal (a pesar de que lo apoyaron con docenas de millones de pesos para operar y sostener su equipo en la Liga de Expansión), es personaje central de esa mafia que domina el fútbol de México y que impide que un equipo ascienda al siguiente nivel a pesar de ser campeón.
El tema va mucho, pero mucho más allá de la escena deportiva.